El aeropuerto trajo nuevos vecinos al valle de Tumbaco

Pifo

Pifo

En la E35 se han edificado bodegas, parqueaderos y venta de vehículos pesados en dos años.. Foto: Eduardo Terán/EL COMERCIO

En estos dos años de operaciones del Aeropuerto Mariscal Sucre en Tababela se registraron cambios en el servicio de residencia y alojamiento. Las casas renteras, los hostales, las bodegas y los tres hoteles grandes son parte del nuevo panorama de la zona de Tumbaco.

Esta dinámica trajo consigo un incremento de habitantes, que alcanza un 10% en parroquias como Tababela, Pifo, Puembo y Yaruquí, según los presidentes de las juntas parroquiales. Por ejemplo, en el censo poblacional del 2010, en Tababela hubo 2 823 personas. Ahora se estima que hay 3 105. Estas cifras son aproximadas según las autoridades locales.

Esta parroquia, ubicada a un kilómetro de la terminal, es la que más soportó cambios. En dos años, varios pobladores se adecuaron a la nueva realidad. Una de ellas es Karina Vallejo, quien edificó cuatro departamentos de un dormitorio. La renta oscila entre USD 150 y 200, al mes. Actualmente, las piezas están ocupadas por trabajadores de la terminal aérea: dos mecánicos de aviones, una funcionaria de una aerolínea y una mesera. Verónica López, de 24 años, se mudó hace seis meses, ya que encontró trabajo en un restaurante de la terminal. “Es cercano y tranquilo”.

Para Humberto Baquero, presidente de la Junta Parroquial de Tababela, hay un mayor número de casas renteras, tiendas, restaurantes... Por ejemplo, en la calle 24 de Septiembre hay 15 locales; en el parque, 12 hostales... Incluso se asentó una empresa que despacha a los camiones de carga. “Los nuevos habitantes dinamizaron la economía”.

Esta necesidad de encontrar un lugar de residencia está relacionada con el incremento de trabajadores en la terminal. Aumentó de 5 000 a 7 500, entre el 2013 y 2014. Lo mismo sucedió con los negocios y servicios dentro del aeropuerto. En el 2013 se contabilizaron 34 y en el año anterior, 44.

Además están los hostales. En un recorrido realizado por este Diario se contabilizaron 65 hostales hace dos años; antes el total era de 15.

En el centro de Pifo hay cinco viviendas que se adecuaron para alojar a los nuevos inquilinos. Foto: Eduardo Terán/EL COMERCIO

Otra de las parroquias en las que se registraron cambios es Pifo (a 14 kilómetros de la terminal). Aquí este Diario contó 10 casas renteras en el centro, 12 hostales y la presencia de trabajadores-habitantes nuevos.

A las 09:45, Mayra Vásquez, de 30 años, sale a la E35 para tomar un bus al aeropuerto. Espera 10 minutos y en ocho llega a su sitio de trabajo. Hace ocho meses, esta mujer oriunda de El Oro se mudó a Pifo, porque consiguió trabajo de supervisora de coches de alquiler.

En el centro de la parroquia hay cinco casas que fueron adecuadas con este fin. Hugo Vaca da el servicio de alojamiento desde hace tres años. Dijo que la situación mejoró ya que antes no había inquilinos. Ahora, las cuatro habitaciones de su casa están ocupadas.

La demanda de personas en esta parroquia es alta, ya que es estratégica. Así lo aseguró Ángel Vega, autoridad parroquial, quien reconoció que uno de los problemas es el hacinamiento. “No se puede construir por la zonificación municipal”. Hay grandes extensiones de terreno para fábricas, lo que ha generado que las personas le apuesten a rentar cuartos.

A esto se suma la llegada de nuevos proyectos urbanísticos: Jardines de San Sebastián, con 60 hectáreas, donde se edificarán 100 viviendas, un centro comercial y un hotel más.

Otras personas le apostaron a buscar vivienda en parroquias más alejadas como Checa, El Quinche, Yaruquí, Puembo, Tumbaco y Cumbayá. En esta última, los costos de la renta suben. Alcanza los USD 350.

Rafael Portilla, del portal Plusvalía, indicó que en estas parroquias, en el largo plazo, sus economías y niveles de desarrollo se potencializarán y se asentarán más empresas grandes y locales; lo que incentivará a que la zona se desarrolle, con beneficios en la población, especialmente en su economía.

Más hoteles grandes

En la vía Alpachaca se construyen tres hoteles de las grandes cadenas: Wyndham Gran Cóndor, Holiday Inn y Eurobuilding. Se prevé que su construcción dinamice el sector hotelero de la zona. El motivo: entre los tres sumarían un aproximado de 500 habitaciones para los viajeros internacionales y nacionales.

Uno de los más avanzados es el Gran Cóndor. Este hotel, a cargo de Grupo Nobis y Quiport, se construye a pocos metros de la terminal aérea y supera el 38% de avance. Habrá 147 habitaciones. La inversión es de USD 17 millones.

Carlos Criado, director de Infraestructura, dijo que es una oportunidad para brindar un mejor servicio a los pasajeros y para potenciar el turismo. Pero reconoció que uno de los clientes potenciales sería la tripulación de las aerolíneas, quienes por medio de convenios tienen tarifas menores. Esto dificultará su desarrollo en menor grado, dice Criado.

Damián Ramia, experto en hotelería, aseguró que los nuevos hoteles en Tababela ayudarán en un buen número a los pasajeros en tránsito. Pero muchos preferirán ir por tierra a Quito. El motivo: hay facilidades viales: Ruta Viva (conexión sur), Collas (conexión norte), E35 y la Interoceánica.

Suplementos digitales