Los afros se adaptan en Zamora Chinchipe

Flavio Corozo ofrece agua de coco y pipas en las calles de Zamora de lunes a viernes. Cada vaso cuesta USD 1. Foto: Lilia Arias/ EL COMERCIO

Flavio Corozo ofrece agua de coco y pipas en las calles de Zamora de lunes a viernes. Cada vaso cuesta USD 1. Foto: Lilia Arias/ EL COMERCIO

Flavio Corozo ofrece agua de coco y pipas en las calles de Zamora de lunes a viernes. Cada vaso cuesta USD 1. Foto: Lilia Arias/ EL COMERCIO

Al ritmo de timbales y marimba, el grupo de danza afroecuatoriana de Zamora Chinchipe prepara el espectáculo artístico que presentará en las fiestas de provincialización que se iniciarán el 4 noviembre. Sus danzas se convirtieron en un atractivo para los turistas.

Luz Marina Morocho, quien vive en Zamora desde hace 26 años, dirige ese grupo desde hace cuatro años. Ella, quien se considera mulata, aprendió los pasos de danza de su madre, quien es afroecuatoriana. Su padre es un indígena cañarejo. “Bailar no es complicado cuando se lleva la música en la sangre”.

Según ella, entonar la marimba es más difícil porque se debe conocer el instrumento. En las presentaciones, las mujeres del grupo lucen faldas blancas y anchas y blusas de vuelos adornados con encajes o cintas de diferentes colores.

Para Mercedes Obando, presidenta de la Asociación Afroecuatoriana Martín Luthe King de Zamora, que acoge a 30 personas, el ritmo de la marimba atrae a los espectadores, quienes disfrutan de las diferentes presentaciones.
Ella destaca otras actividades que cumplen los afrodescendientes en esta provincia amazónica como la gastronomía.

En el cantón Yanzatza hay ocho restaurantes, aparte de los improvisados puestos de comida que funcionan en las noches. Ofrecen carnes asadas, menestra y arroz, mariscos y carnes con ingredientes, como el maní y coco.

Otra de las actividades es el comercio. Flavio Corozo, de 57 años, llegó a Zamora hace siete años. En una de las esquinas cercanas al parque central instaló su puesto de venta de agua de coco, cocadas y crema de este fruto.

Las cocadas son el dulce tradicional de los afroecuatorianos y se prepara con coco rallado, panela y especias de dulce, dice Corozo.

Mientras la temperatura sube en Zamora, Corozo tiene más clientela. “Cuando el día es bueno las ganancias alcanzan los USD 30”. Él arribó con su familia desde la capital orense de Machala y se radicó en esta provincia amazónica. Su hija Alexandra Corozo, de 18 años, es la actual reina del Pueblo Afro asentado en la provincia de Zamora Chinchipe.

De acuerdo con el último Censo de Población y Vivienda, el 0,8% (733 personas) de la población de Zamora Chinchipe se autodenominó como pueblo afroecuatoriano por su cultura y costumbres. La provincia tiene 91 376 habitantes.

El principal asentamiento de esta población está en el cantón Yanzatza donde viven más de 30 familias, según datos del Departamento de Gestión Productiva de la Prefectura de Zamora Chinchipe. Otras familias viven en los cantones de Zamora, Palanda y Yacuambi.

Luis Valencia pertenece a este pueblo y llegó a Zamora hace 50 años. Su abuelo, quien era conocido en Esmeraldas como “el reparador de huesos”, le enseñó a realizar masajes terapéuticos. Sus clientes son los mestizos y saraguros. “En la Colonia, el pueblo afro era utilizado para aplicar masajes a los blancos y mestizos. Se creía que guardábamos energía que aliviaba el cansancio diario”, dice Valencia.

Para Jimmy Ordóñez, funcionario del Gobierno Provincial de Zamora Chinchipe, los afrodescendientes residentes en la provincia son amigables y “fácilmente se adaptan a nuestras costumbres”.

Según Ordóñez, son los más colaboradores cuando se organizan las fiestas provinciales, porque muestran su arte y danzas con la marimba.

Entre ellos destaca al grupo de danza que dirige Morocho. Allí, participan ocho personas, quienes se reúnen dos veces por mes. No pueden hacerlo más seguido por sus trabajos. Tienen instrumentos y trajes que ganaron en un concurso de baile provincial, que se realizó hace dos años.

Uno de los proyectos de esta organización es implementar cursos de marimba en danza y música. La idea es que su arte no se pierda y que niños y jóvenes se animen a mantenerlo.

Suplementos digitales