La feria de finados en el centro de Exposiciones Ambato. Foto: EL COMERCIO
El movimiento en las aulas de la Universidad Técnica de Ambato, en los Andes de Ecuador, estuvo lleno de sabor este 31 de octubre del 2014. Alejandra Medina y un grupo de compañeros fueron los encargados de llevar la colada morada, las guaguas de pan, las vasijas de barro en miniatura y los cucharones diminutos de madera para 30 estudiantes y maestros invitados aproximadamente.
La celebración de los Finados en la andina ciudad de Ambato, en la provincia de Tungurahua, tiene un toque distinto. En algunos establecimientos educativos y empresas se eligieron reyes y reinas con nombres relacionados a la tradición. Los designados como reyes y reinas obsequian presentes al resto del grupo. Así, la Señorita Colada Morada comparte la tradicional bebida. Al Rey Guagua de Pan le toca brindar el producto entre sus electores. La niña, señorita o reina Barro distribuye recuerdos de arcilla.
Medina fue electa Señorita Colada Morada. Ella fue a buscar la tradicional bebida en Atocha, un sector muy popular en la ciudad. “Conozco una señora que tiene su negocio de colada morada; entonces allá fuimos a comprarla y las guaguas.
Estamos a unos 30 minutos de distancia. Las cuotas y colaboración logística de mis compañeros es notoria”, dice Medina.Mientras sus compañeros continuaban en clases, las dignidades electas seguían ultimando los detalles. Según Byron Naranjo, docente y periodista de la Universidad, esta tradición ha ido creciendo a lo largo de los años. “Todos nos damos un tiempo para la integración y unión de los estudiantes en las aulas. Asimismo, los profesores acompañamos en esta celebración sin inconvenientes, yo fui estudiante aquí y también lo viví”.
Desde las 07:00 hubo clases normales, pero a las 10:00 se acordó con el tutor de clases la degustación de la colada y las guaguas de pan, en compañía de los maestros de las horas que nos dieron permiso, cuenta Alejandra Vásconez, estudiante de Comunicación Social.
Para Juan Toapanta, presidente de los estudiantes de Jurisprudencia, el acto es simbólico y simple. Comenta que con anterioridad se seleccionan a cuatro estudiantes mediante votación y ellos son quienes coordinan esta celebración; en el aula son reconocidos y homenajeados con cintas de papel y coronas de cartón hechas por la directiva de cada curso.
A las 12:00 la degustación terminó. Los jóvenes colaboran con la limpieza para evitar molestias. Los profesores retoman sus actividades y los estudiantes se retiran a sus domicilios.