César Montúfar y Ramiro Aguilar en el CNE durante la aceptación del nuevo partido político Concertación Ciudadana. Foto: Paul Rivas Bravo / EL COMERCIÓ
El movimiento político Concertación renació 23 meses después de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) resolviera su disolución. Pero más pudo la obstinación de César Montúfar. Ayer, en el Salón de la Democracia, ubicado en el complejo electoral en Quito, se formalizó esta organización política con la nominación de la dirección nacional.
En el 2013, poco antes de las elecciones, según el CNE, Concertación no había logrado el 5% de firmas válidas del padrón electoral. Para Montúfar, este fue un acto arbitrario de la autoridad electoral. Y por eso, ayer fue un día de fiesta para los adherentes al movimiento.
No dejó de ser algo simbólico el que escogieran el Salón de la Democracia para la cita de ayer. Para los adherentes de Concertación, las organizaciones políticas deben apropiarse de esos espacios y no reunirse en hoteles ni en estadios.
Unos 80 militantes de las 16 provincias donde tiene presencia esta organización estuvieron presentes. Además, hubo políticos de otras organizaciones como Paco Moncayo, Marcelo Larrea y Martha Roldós.
También, acudieron el presidente de la Cámara de Comercio de Quito, Blasco Peñaherrera, y ciudadanos que han tenido juicios con el Estado como el coronel César Carrión, el coronel Galo Monteverde y Gerardo Portillo (veeduría de los contratos con Fabricio Correa con el Estado).
Entre ellos no dejaban de comentar sobre lo complicado que fue para el movimiento recolectar las 445 mil firmas necesarias para poder ser reinscritos.
A las 10:00, en medio de los aplausos, llegó César Montúfar. No dejaba de sonreír. Razones no le faltaban. Fueron años de intentar conseguir la personería jurídica. Quizá por eso el grito de “¡Viva la democracia!” no dejaba de resonar.
“Este es un día histórico donde Concertación inician una nueva historia. Nos ha costado mucho esfuerzo y sacrificio ser una organización política. Hoy iniciaremos el camino hacia el ejercicio real de la política”, dijo Jorge Peñafiel, director de la sesión de ayer.
Luego de 15 minutos de discusión sobre los candidatos para dirigir el movimiento, Montúfar fue ratificado como presidente, cargo que ocupa desde el nacimiento de la organización, en el 2007. Los vicepresidentes son Freddy Rodríguez; Ana Changuen y Sayonara Utreras.
Montúfar ratificó en su discurso un distanciamiento frontal al Régimen del presidente Rafael Correa. Por eso, uno de los puntales de su discurso fue las elecciones del 2017.
“Somos una radical opción al modelo de la revolución ciudadana”, dijo; y exhortó a la unidad como el único camino para derrotar al Régimen.
Agradeció a los militantes del movimiento y también “a los perseguidos políticos” presentes en esa sesión. “Luchamos para que en el Ecuador no haya personas que tengan que padecer la prisión de padres o madres”. También se refirió a la liquidación de diario Hoy y dijo que es ‘paradójico’ que un medio de comunicación que sobrevivió dictaduras tenga que cerrar “en otra fase oscura de la historia”.
Finalizó su intervención asegurando que el Estado debe regular, pero también debe respetar las libertades. “Una sociedad de ciudadanos sin miedo es nuestra ideología”.
El exasambleísta Paco Moncayo expresó que el retorno de Concertación es sano para la sociedad pues “una democracia implica pluralidad de voces y opiniones; el enriquecimiento de la política se consigue con la diversidad”. Descartó acompañar como adherente a esta renaciente organización, pero que no deja de pensar en su retorno a la actividad política.
Apenas iniciada su vida jurídica, Concertación ya tiene un asambleísta. Ramiro Aguilar, quien se desafilió de SUMA en marzo luego de que el alcalde de Quito, Mauricio Rodas, aceptara la invitación a almorzar del presidente Correa, es su nuevo adherente.
“Esta mañana se une a Concertación un soldado y no un general”, dijo Aguilar. Firmó el documento de adhesión en medio del aplauso general. Se refirió a la fuerza de los simpatizantes del movimiento por no haberse rendido y a la “convicción de los partidos de oposición de llegar unidos al 2017”.
Una de las primeras acciones políticas de Concertación será impulsar, en un gran frente de unidad, una consulta popular para frenar la reelección indefinida que propone Alianza País.