Lineida Castillo. Redactora (I)
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Camina, levanta sus alas y casi de inmediato las encoge como practicando sus movimientos ante de volar. Desde su condorera, ubicada a 3 600 metros sobre el nivel del mar, en el sur de Azuay, se divisa una planicie con escasa vegetación.
En ese espacio vive una cría de cóndor, que se presume -por parte del Ministerio del Ambiente– que es hermana de Arturo, el cóndor que fue asesinado en abril del año pasado y cuya foto se difundió en las redes sociales junto a su cazador.
Según la información de ese Ministerio, esta hembra tiene entre 6 y 8 meses de edad. Desde hace una semana realiza vuelos cortos entre las rocas más elevadas. A las 14:45, de ayer emprendió uno de más de 500 metros y se perdió entre los riscos empinados.
Sus padres la siguen visitando para dejarle alimento, por lo general llegan antes del mediodía o en las tardes. El cóndor es un animal carroñero, que está en crítico peligro de extinción, de acuerdo con el ‘Libro Rojo de los Mamíferos del Ecuador’.
En el país están identificadas 58 especies silvestres y 19 están en cautiverio. De las primeras, por lo menos, 10 viven en Azuay y Cañar, según Juan Carlos Valencia, coordinador zonal del Ministerio del Ambiente en Azuay.
Durante las mañanas, la cría está más activa saltando, abriendo sus alas… y en las tardes prefiere descansar.
Los habitantes de los cantones azuayos de Nabón y Oña percibieron su presencia desde hace un mes y lo protegen, dice el dirigente campesino, Fernando Armijos.
El animal ocupa un terreno comunal donde hay una infinidad de pencos y el suelo tiene un color rojizo. En las inmediaciones hay viviendas y senderos por donde caminan frecuentemente los campesinos.
Según Valencia, desde el pasado 19 de noviembre fueron informados por un comunero. Esta cría no ha sido tocada, dice el funcionario, pero en el futuro no se descarta hacer una evaluación para determinar su estado de salud y crecimiento. “Por ahora se la ve saludable”.
Él se reunió con los representantes de los municipios de Nabón y Oña para coordinar acciones de protección porque, en la actualidad, esta zona es muy frecuentada debido a la presencia de esta especie.
Desde ayer, 27 de niviembre, los comuneros ubicaron un retén improvisado para que una persona, por turnos, cuide que no ingresen desconocidos. También, que no haya contaminación. Según Armijos, desde hoy se registrarán los datos de las personas que frecuenten la zona y solo permitirá que se ubiquen a una distancia prudente.
Posteriormente, señala Valencia, se puede colocar un rastreador satelital a la cría, como lo tienen otros cuatro cóndores en el Ecuador. El objetivo es identificar dónde está y su comportamiento.
Para Nelson Chiriboga, director del Zoológico El Pantanal de Guayaquil, es necesario la ubicación de ese aparato, pero también evitar que las personas lo frecuenten para que no alteren el curso biológico de crecimiento. Él aconseja que se evite la presencia de personas porque los padres pueden sentirse amenazados.
En la actualidad, las autoridades trabajan para que el Gobierno declare a la zona como de conservación debido a la presencia de otros cóndores y águilas, principalmente.
La alcaldesa de Nabón, Magaly Quezada, señala que la presencia de la cría despertó la alegría de los habitantes que están pendientes de su preservación y no quieren que se repita la muerte de Arturo.
Hoy se prevé que los técnicos del Ministerio del Ambiente visiten el sector para que realicen otra evaluación.
En contexto
En los últimos dos años se evidencia la mayor presencia de cóndores en el sur del Azuay. Esta cría fue localizada hace un mes por parte de los comuneros de Nabón y Oña. De acuerdo con los expertos, esta especie depende de sus padres hasta que cumple 1 año y medio.