La calle Gran Colombia será intervenida en el proyecto del nuevo sistema vial. Xavier Caivinagua/EL COMERCIO
Las obras civiles del tranvía en el Centro Histórico de Cuenca se iniciarán este mes. Eso implicará el cierre progresivo de las calles Gran Colombia y Mariscal La Mar, donde funciona la mayoría de negocios de este sector.
Los administradores de los edificios existentes y de los negocios no tienen un plan de contingencia y el Municipio alista una propuesta para acceso de clientes y empleados, descarga de mercadería para los negocios y seguridad.
Según el cronograma, los cierres se realizarán en tramos de tres o cuatro cuadras. En la Gran Colombia empezarán de norte a sur y en la Mariscal La Mar será viceversa.
Para el coordinador del proyecto, José Merchán, el objetivo es afectar en menor medida a la movilidad de personas y vehículos. Desde el inicio del proyecto, el trazado de la ruta por estas dos calles generó protestas de los moradores.
Es una zona de casonas patrimoniales y edificios que concentran locales comerciales, hoteles, restaurantes, joyerías… Desde hace cuatro meses, el Municipio levanta información catastral del sector.
En la primera fase de las visitas técnicas se registraron 1 330 inmuebles. De esa cantidad, 955 se utilizan para negocios, 348 para vivienda, 25 son instituciones y hay dos espacios públicos.
La segunda fase determinará cuántos negocios hay por edificio.
Hay casos como el Centro Comercial El Joyero, que tiene 23 locales comerciales y tres suites y la Torre de Negocios de El Dorado, 15 empresas. En la Gran Colombia hay más de siete hoteles, el edificio administrativo del IESS…
Juan Wilches informa sobre las obras del tranvía que se harán en el centro. Xavier Caivinagua/EL COMERCIO
Los datos de la segunda fase se están procesando. A partir de ello elaborarán el plan de contingencia para los negocios que podrían verse afectados mientras demoren las obras, dice Catalina Ordóñez, coordinadora de Socialización del Municipio de Cuenca.
Según ella, hay dos temas que fueron acordados con los posibles afectados. El primero es que en los extremos de cada cuadra se coloquen vallas informativas de los locales comerciales para que los clientes sepan que están laborando. El otro es que las aceras se mantengan sin materiales de construcción del tranvía.
Cada tramo intervenido se cerrará totalmente y la gente podrá movilizarse solo por las aceras. Para Marcelo Galindo, administrador del hotel Morenica del Rosario, ubicado en la calle Gran Colombia, eso afectará a su negocio.
Ellos aún no tienen un plan de contingencia para la seguridad y servicio de sus clientes. Lo único seguro será el cierre de las dos de las 16 habitaciones -con vista a la calle- para evitar las molestias por el polvo y ruido de los huéspedes. Eso representará pérdidas sobre los USD 400 semanales.
Melissa Jara, administradora del Centro Comercial El Joyero, tampoco tiene una estrategia y le preocupan las pérdidas y que no desocupen los locales. “Ni siquiera nos han informado cuándo cerrarán este tramo”.
En la Gran Colombia hay quienes piensan en mudarse. Freddy Pozo vende películas y tiene un promedio de 50 clientes al día. “Si cuando empiecen las obras las ventas bajan, me voy porque el alquiler es alto”.
De acuerdo con el cronograma, la calle Gran Colombia se dividirá en ocho tramos para la intervención y la La Mar en siete. En cada uno, las obras de drenaje, colocación de multitubulares, plataforma, entre otros, tomarán cinco meses -en promedio- y se irán liberando al tránsito paulatinamente.
Pero en la calle Gran Colombia y un tramo de la Mariscal La Mar emplearán más tiempo, porque cambiarán las tuberías de infraestructura sanitaria que tiene más de 40 años. Allí y para ajustar tiempos los obreros laborarán en dos jornadas.
Según Merchán, ese fue el único acuerdo logrado con el alcalde Marcelo Cabrera y con el contratista de la obra civil. El año anterior, Cabrera anunció la reprogramación de los tiempos sin que implicara mayor costo económico para la capital azuaya.
Sin embargo, Merchán dijo que la obra sí sufrirá un incremento y se prevé optimizar recursos haciendo ajustes en intervenciones de aceras y calzadas que están en buen estado. El objetivo es que las obras civiles en ambas calles concluyan a finales de este año y la colocación de rieles empezará a principios del 2016.