Alberto Molina: ‘Las Fuerzas Armadas no se deben a ningún Gobierno’

Entrevista con el coronel en servicio pasivo Alberto Molina. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO

Entrevista con el coronel en servicio pasivo Alberto Molina. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO

Entrevista con el coronel en servicio pasivo Alberto Molina. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO

Entrevista a Alberto Molina, coronel en servicio pasivo y autor de varios libros, el último 'Militares y Revolución Ciudadana'. En palabras de Molina las FF.AA. "no se deben a ningún Gobierno. Son FF.AA. del Estado, de una nación. (...) Es un terrible daño borrar (de la Constitución) el concepto de que las FF.AA. se deben al Estado."

En un mes, el país recordará 20 años del triunfo armado en el Cenepa. Ahora, las FF.AA. viven un nuevo escenario y sus tareas también se modifican poco a poco. Esta semana, por ejemplo, se eliminó la figura del edecán (excepto para el Presidente de la República). En otras propuestas de Ley un cuerpo civil reemplazará a los soldados que cuidan a los funcionarios públicos y los militares que deseen podrán pasar a formar cuerpos como el de guardia forestal. ¿Qué tipo de Fuerzas Armadas se quiere en Ecuador?

De por medio hay un organización continental que es el foro de São Paulo, creado por Fidel Castro y Lula (da Silva, expresidente de Brasil), que en esencia dicen que hay que destruir a las Fuerzas Armadas, que supuestamente han servido al imperio, a las burguesías a las oligarquías; así dicen.

¿En Ecuador sucede eso?

Lo dice el concepto. Pienso que en ese concepto caerían también las (FF.AA.) ecuatorianas. Entonces, de acuerdo con esa óptica hay que destruirlas y crear fuerzas populares que sostengan a los gobiernos populares, como llaman ellos, de izquierda. Pero nuestras Fuerzas Armadas son profesionales.

Aunque también han participado en la permanencia o no de Presidentes de la República en sus cargos.

Hemos estado obligados en unos casos a hacer hábitos dentro de la política y en otros casos incluso a hacerse cargo de los gobiernos. Yo no he estado de acuerdo, pero las circunstancias obligan. Ahora, no es que han sido fuertes los militares, sino que los civiles han sido débiles políticamente. Los militares han sido obligados a asumir el rol de árbitros.

Pero precisamente las reformas pueden ser para evitar que los civiles vayan a golpear las puertas de los cuarteles...

El tema ahí no es culpa de los militares sino de los civiles. Son ellos quienes deben fortalecer la democracia y preparar los partidos políticos con líderes auténticos. El tema no es que los militares den golpes.

Ahora, con la propuesta de Ley de Entidades de Seguridad Ciudadana se crean cuerpos civiles de protección para proteger a las autoridades. Esas tareas las hacían los militares. Es decir, se restan más atribuciones a este sector.

Las FF.AA. tienen tradiciones, tienen historia. Hay simbolismo, hay rituales que respetar en estas instituciones.

¿Eso se ha irrespetado?

Es una forma de debilitar a las Fuerzas Armadas.

¿Una forma de debilitar?

Como le decía, hay un simbolismo, hay tradiciones en las FF.AA. Eso no entienden o no quieren entender las autoridades. Por eso es que de alguna forma nos sentimos relegados, han quitado la importancia a los militares. Por ejemplo, el Presidente (de la República) no asiste a las ceremonias militares. Este es un ritual donde el Comandante en Jefe tiene que estar con sus tropas.

¿Cuál es la intencionalidad de esa cadena de decisiones y actuaciones?

Disminuir la importancia de las fuerzas militares.

Entonces, ¿es un error el anunciar una reducción del número de militares y de los cuarteles en el país?

Para hablar de la cantidad de soldados tiene que haber un análisis, un estudio de Estado Mayor referido al escenario y a las amenazas verdaderas. Pero no quiero dejar pasar el tema de los cuerpos civiles de protección.

¿Hay preocupación?

Es una organización de civiles armados. Yo me pregunto qué parte de la Constitución permite al Ejecutivo o al Legislativo crear organizaciones paralelas a las FF.AA. y a la Policía. El monopolio legítimo de la fuerza lo tiene el Estado a través de las dos instituciones. ¿Por qué se quiere crear ese organismo? Eso para mí es una policía política, como la de Alemania Oriental. Además, se dice que en el caso de verse rebasada pedirá ayuda a la Policía y a los militares. Pero esa operación la va a dirigir el jefe o comandante del cuerpo civil de protección.

¿Es decir, un civil?

Es increíble. Imagínese que un civil vaya a manejar una operación en donde se encuentren las dos instituciones.

¿Es una política errada?

Mire, si todo lo que se habla de pelucones y demás se quiere trasladar a los cuarteles sería nefasto. Esta es en una institución jerarquizada y preparada.

Pero precisamente por esos factores no debería suceder lo que usted dice...

Justamente una de las murallas que felizmente ha tenido es la profesionalización del personal. Estas Fuerzas Armadas han tenido una gesta del Cenepa, cosa que no han tenido otras FF.AA. Otra cosa: en la Constitución se borró el concepto de seguridad pública. ¿A quiénes se deben los militares? ¿al gobierno de turno? Nefasto. Tienen que estar subordinados al poder político legítimamente elegido y cumpliendo fielmente las tareas asignadas en la Constitución. No se deben a ningún Gobierno. Son FF.AA. del Estado, de una nación. No pueden estar contaminados del asunto politiquero; no hablo de política. Es un terrible daño borrar el concepto de que las FF.AA. se deben al Estado.

Usted habla de la preparación de los militares. ¿Qué ocurrirá con esa formación cuando en uno de los proyectos también se sugiere crear, por ejemplo, cuerpos de guardia forestal y los ­uniformados pueden pasar voluntariamente.

Eso es parte del debilitamiento. Las FF.AA. están preparadas, entrenadas, armadas y equipadas para cumplir una misión constitucional. Nuestros soldados ahora están custodiando la frontera sur y ahora la más crítica que es la del norte en el control de armas, químicos, de explosivos. Han cumplido tareas de interceptación e interdicción del espacio aéreo.

Su experiencia. 
Fue agregado, fue edecán de la Presidencia del Congreso en tres períodos. Ha publicado tres libros. El último se llama ‘Militares y Revolución Ciudadana’.

Su punto de vista. 
Dice que es un “grave peligro” que las FF.AA. participen en el combate a la delincuencia transnacional. “Tenemos el ejemplo más patético de México donde el crimen ha copado instancias políticas, militares...”.

FRASE
"Qué parte de la Constitución permite al Ejecutivo o al Legislativo crear organizaciones paralelas a las FF.AA. y Policía".

REPLICA

​En cumplimiento a la Resolución No. 006-2015-DNGJPO-INPS, del trámite No. 004-2015-INPS-DNGJPO de la Superintendencia de la Información y Comunicación, se publica nuevamente la carta de réplica enviada por el ministro de Defensa, Fernando Cordero, y que circuló el 7 de enero del 2015.
Sobre la entrevista titulada Alberto Molina: Las Fuerzas Armadas no se deben a ningún Gobierno (pág. 3, del 28 de diciembre). Clic aquí para leer la réplica.

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