Un equipo británico busca la huella del hijo de Atahualpa

Foto Quito.

Foto Quito.

Francisco Topatauchi, el único hijo de Atahualpa que dejó un testamento, tenía propiedades privadas en la parroquia de San Sebastián de Quito, y también en Pujilí (Cotopaxi), en donde moraron, además, otros miembros de la nobleza inca que sobrevivieron a la conquista española y poseían tierras.

Dejando atrás la luminosidad del cielo quiteño, un equipo de filmación que trabaja para la BBC de Londres, un arqueólogo del Museo Británico y una historiadora ecuatoriana se internaron en la oscuridad de las viejas catacumbas del convento de San Francisco con un propósito: identificar la tumba de Topatauchi, el hijo más importante del inca Atahualpa.

Tamara Estupiñán Viteri, historiadora quiteña que descubrió las ruinas arqueológicas incas de Malqui-Machay, en el cantón Sigchos (Cotopaxi) llegó a estos vestigios incas tras descifrar el testamento de Topatauchi, escrito en letra procesal encadenada del español del siglo XVI, el cual se halla en el Museo del Archivo Histórico del Ministerio de Cultura (Jorge Washington y Veintimilla).

Estupiñán guió al equipo de la BBC -por sitios importantes del incario en Quito- que vino a filmar los últimos días del Imperio Inca. Argumentó que muerto Atahualpa “le correspondía a Topatauchi heredar la Mascapaycha (borla o corona) en este simbólico acto de entronización; Topatauchi únicamente podía legitimarse como nuevo Cápac o emperador ante el cuerpo momificado de su padre, Atahualpa”.

Atahualpa tuvo varios hijos, la historia registra que Topatauchi, Carlos e Isabel vivieron en Quito y fueron educados por el padre franciscano fray Jodoco Ricke; en tanto que en el Cusco residieron Francisco Ninancoro, Diego Hilaquita, Juan Quishpe Topa y María, que fueron amparados por los padres mercedarios.

Atahualpa fue capturado por Pizarro el 16 de noviembre de 1532 y ejecutado el 26 de julio de 1533; estuvo 8 meses en prisión.
Según la historiadora, Topatauchi dispuso en el testamento ser enterrado en la capilla de Santa Catalina, en San Francisco, la que había erigido en honor a su madre Payco Ocllo.

En la primera cláusula consta: “Primeramente, mando que
si de la enfermedad que al presente tengo Dios fuere servido... que mi cuerpo sea enterrado en el Monasterio del Señor San Francisco de esta dicha ciudad en mi capilla”.

“En el testamento está su voluntad, por lo que podemos aseverar que fue enterrado en algún lugar del convento. ¿En dónde? Yo sospecho que podría estar detrás de la capilla de Santa Catalina, en el interior de la iglesia, en una de las catacumbas”, dijo la historiadora.

A las húmedas y misteriosas catacumbas ingresaron, la semana pasada, Dominic Gallagher director del documental ‘Los genios incas’, Jago Cooper arqueólogo del Museo Británico, el camarógrafo Craig Hastings, Tamara Estupiñán y la productora Kylie Sttot.

Estupiñán dijo: “De todo el patrimonio que Topatauchi heredó de su padre Atahualpa, la propiedad más trascendente -desde el punto simbólico- estaba en Pujilí, en donde, además, algunos descendientes de Huayna Cápac gobernaron el cacicazgo de los Ingas y de los Ingas Chinchaysuyos por tres siglos, cuyo protagonismo es posible rastrearlo con documentos de archivo hasta 1840”.

Ya en la plaza de San Francisco, y luego de revisar añejas tumbas sin nombre, Cooper explicó que vinieron a lo que hoy es Ecuador, porque fue un territorio importante en el apogeo inca, imperio que se extendía desde el norte de Argentina hasta el norte de nuestro país.

“Queremos conocer -afirmó Cooper- de qué manera los incas usaron el poder en la sociedad que dominaron; venimos a San Francisco para ver la época de cambio entre los incas y el comienzo del cristianismo, a principios del siglo XVI”.

A él le impresionaron las obras de arte del Barroco quiteño y las catacumbas donde podrían haber estado los restos del hijo de Atahualpa y otros miembros de la familia inca.

Cooper dijo que las piedras del atrio y las que se hallan en la pared lateral (junto al restaurante Tianguez) son posiblemente de procedencia inca. Estupiñán mostró las piedras rectangulares, que tienen un canal, y otras en forma de silla, que se van acoplando hasta formar un mosaico pétreo.

“Los españoles reutilizaron las piedras para construir San Francisco, en algunas se observa nítidamente un canal, cuya función era para que corriese el agua. Pienso que en San Francisco debió haber una estructura arquitectónica inca de importancia”, dijo Estupiñán.

Para Cooper, Ecuador no es un país desconocido. Ya estuvo aquí en 1995. Pasó seis meses estudiando el Castillo de Ingapirca, en Cañar; recorrió Cuenca, ciudad que le encantó.
“Esta vez -dijo- venimos solo tres días para filmar San Francisco, Quito Loma (El Quinche), una inmensa fortaleza inca construida para el avance y arremetida de los pueblos de la Sierra Norte de Ecuador (Otavalos, Caranquis, Quitu-caras, Cayambis, Cochasquíes Quilacos, Pillajos) y la laguna de Yahuarcocha, en la que los incas cometieron una matanza de esos pueblos que se resistieron a ser conquistados”.

El grupo irá a Perú y Bolivia para completar el reportaje, que podrá ser visto en enero del 2015, en Europa; posteriormente se verá en América.

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