Los cuerpos de los seis miembros de la familia Asunción-Lanche son velados en la iglesia del barrio La Pradera, en Loja. Foto: Xavier Caivinagua/ EL COMERCIO.
Los cuerpos de los seis miembros de la familia Asunción-Lanche, que murieron la madrugada del viernes 27 de marzo del 2015, son velados en la iglesia del barrio La Pradera, en Loja. Ellos fueron aplastados por el desplome de la vivienda en el sector Sierra Nevada, tras un deslizamiento de tierra.
Entidades públicas relacionadas al área social entregaron los seis féretros y la tarde del viernes 27 de marzo del 2015 serán trasladados hacia la comunidad de Naranjito, en el cantón Celica, provincia de Loja, de donde era oriunda esta familia.
La tragedia ocurrió cerca de la 01:00, cuando 12 personas dormÃan en una mediagua. El alud de tierra se desprendió de la parte alta y destruyó la habitación donde dormÃan ocho personas: Johana Lanche, de 50 años, y sus hijos Johana, Evelyn, Gabriela, Daniela Asunción y su nieto Josué Ayora, todos menores de edad.
Katty y Nelson Asunción Lanche, de 20 y 16 años, respectivamente, que también estaban en esa habitación, fueron rescatados con vida y se recuperan en una casa de salud. Pablo Córdova, de 19 años, primo de la familia, contó que al igual que él, el resto de las personas ocupaban otros cuartos y se salvaron de morir.
Esta mañana, Córdova y otros familiares sacaron de esas habitaciones algunos enseres para ponerlos a buen recaudo. José Tacuri, un vecino del lugar, contó que la lluvia de anoche (jueves 26 de marzo de 2015) fue intensa y duró más de cinco horas. Por eso, incluso, en varios sectores el agua ingresó a las viviendas.
La capital lojana amaneció con desechos y lodo en las calles. Se reportaron varios deslizamientos en distintos sectores. Uno de ellos fue a la entrada de Loja, en la gasolinera Unión Cariamanga, donde se produjo la destrucción parcial de un tanque de almacenamiento de combustible y el derrame de 2 500 galones de gasolina.
Los organismos de socorro trabajan en el lugar y en la evacuación de las familias ubicadas en las inmediaciones y también en el retiro del resto de combustible para evitar un mayor problema.