La marcha de los trabajadores del pasado miércoles, 17 de septiembre, agrupó una serie de demandas al Gobierno que fueron más allá del espíritu inicial de la convocatoria. La movilización nació en los sindicatos de trabajadores, como respuesta a la propuesta de Código Laboral, planteada por el Ejecutivo. Pero poco a poco, más grupos se sumaron a la iniciativa, que finalmente se presentó en las calles como una multitudinaria marcha de oposición desde varios frentes.
La manifestación de los sindicatos unió a cinco frentes distintos, con sus respectivas demandas. Sin embargo, en un momento político complejo como el actual, hay otros sectores que se han abierto como frentes de oposición al Gobierno, pero que no suelen expresar su inconformidad en las calles.
Los empresarios, por ejemplo, se han mostrado preocupados por el proyecto de 17 enmiendas a la Constitución que planteó Alianza País. Por ello, presentaron un amicus curiae en la Corte Constitucional, como terceros interesados en el trámite de esta causa.
También el sector de la banca, de su lado, ha presentado reparos al Gobierno, sobre todo por el Código Monetario y Financiero, aprobado en la Asamblea el pasado 24 de julio.
El analista político Luis Verdesoto cree que este es el resultado de un Régimen que ha afectado a diferentes sectores de la sociedad con diferentes medidas. “Es producto de la arrogancia de creer que el Gobierno tiene toda la legitimidad del mundo. En política, se debe procurar no pisar todos los callos al mismo tiempo. La marcha del 17 fue una inmensa locomotora formada por vagones heterogéneos pero a la vez articulados”.
Pero más allá de la marcha del miércoles, para Verdesoto, el problema de los diferentes frentes de oposición a las políticas del Gobierno nace con la falta de un ministro de Gobierno que tenga capacidad de diálogo con diversos sectores.
Roberto Aspiazu, presidente del Comité Empresarial Ecuatoriano, señala que el tema de la reelección indefinida e inmediata es uno de los asuntos que les preocupa, sobre todo por la intención del oficialismo de hacerlo vía enmienda. “Hay propuestas que comprometen la estructura del Estado, como la de la reelección. Solo hay dos Constituciones en nuestra historia que permitieron la reelección inmediata. Las otras 21 han consagrado la alternabilidad”.
Los trabajadores
El Frente Unitario de Trabajadores (FUT) fue el organizador de la marcha del pasado miércoles. La preocupación por el proyecto de Código Laboral, que se tramita en la Asamblea, fue la que los llevó a convocarse a la marcha.
Sin embargo, los trabajadores también hacen reclamos por una de las propuestas de enmienda constitucional, que -según dicen- buscaría afectar el derecho a la asociación.
Los estudiantes
La posibilidad de que los pasajes del transporte público urbano suban fue el motivo de la convocatoria a la marcha para el sector de estudiantes secundarios y universitarios.
El Gobierno ha anunciado que retirará los subsidios a los transportistas, con lo que las Municipalidades deben asumir estos gastos o analizar una subida de las tarifas.
También es una de las preocupaciones de los obreros.
Las organizaciones políticas
La propuesta de enmiendas constitucionales, que se tramita en la Corte Constitucional, es una preocupación para varios sectores.
Organizaciones políticas están impulsando una consulta popular para evitar la reelección indefinida. Aunque este tema también ha convocado a organizaciones sociales, como la Federación Nacional de Periodistas, la Conaie, la Ecuarunari, entre otros.
Las organizaciones sociales
El Decreto 16, la recientemente aprobada Ley de Aguas, el proyecto de Ley de Tierras y la reforma a la Ley 010 fueron los principales ejes de las protestas de los grupos indígenas y sociales que participaron en la movilización.
Ellos hablan de una supuesta búsqueda de un Estado controlador y regulador de los servicios de la misma sociedad civil, a través de diferentes normativas.
Los autoconvocados
Una cantidad de personas que no se identificaron como organizados se sumó a la marcha del miércoles. Los trabajadores de las empresas telefónicas, por ejemplo, llegaron a pedir que se archive la propuesta de recortar sus utilidades.
Pero, además, amas de casa aparecieron con sus ollas para rechazar el cambio a las cocinas de inducción y el retiro del subsidio al gas.