En San Lorenzo, provincia de Esmeraldas, un grupo de militares encontró una tonelada de droga. Foto: EL COMERCIO
Durante un operativo de rutina, elementos del Batallón de Infantería de Marina 11 del cantón de San Lorenzo (Binlor) decomisaron una tonelada y media de clorhidrato de cocaína que estaba lista para ser trasladada presumiblemente a Centroamérica, vía marítima.
El alcaloide estaba en dos lanchas pesqueras, en la población de Campanita, ubicada en el río Mataje del cantón San Lorenzo, norte de la provincia de Esmeraldas, frontera con Colombia.
En el operativo realizado a las 20:00 del miércoles jueves 25 de marzo del 2013, no hubo detenidos. El sitio es de difícil acceso por la vegetación que hay a las orillas del afluente que divide a Ecuador y Colombia.
Los infantes de marina incautaron cuatro motores fuera de borda, 46 tanques de 18 galones de combustible, cuatro GPS de fotocélula, un teléfono satelital, un equipo de comunicación, USD 600 americanos; 152 000 pesos colombianos y 140 pesos mexicanos.
En esa área opera el Frente 29 de la Fuerzas Revolucionaria de Colombia (FARC) y los uniformados no descartan que el alcaloide provino de ese país.
Hasta el momento no se ha determinado a quien correspondería el estupefaciente, tampoco los propietarios de las embarcaciones en las que estaba la mercancía. El trabajo para identificar a los dueños de las lanchas se lo hace con la capitanía de puerto de Esmeraldas y Tumaco.
La Fiscalía del cantón San Lorenzo abrió una investigación previa para dar con los presuntos responsables de la droga, según dijo el fiscal, Elías Quiñónez.
San Lorenzo es la gran ruta de la droga, y es por donde sale una buena parte del alcaloide que llegaría a Centroamérica, burlando las seguridades en la frontera norte, según las investigaciones militares.
Personal de Inteligencia señala que los narcotraficantes contratan a pescadores para que realicen el traslado del alcaloide hasta Guatemala y México, no todos acceden a los ofrecimientos.
En Esmeraldas, muchos se atreven a decir que el robo de lanchas y motores fuera de borda a pescadores de Esmeraldas está relacionado con el narcotráfico, pues estas embarcaciones livianas con capacidad de hasta siete toneladas, se usan para transportar la sustancia por el mar.
Eso explicaría el aumento en el robo de lanchas y motores pese a los controles de la Capitanía de Puerto y el Subcomando de Guardacostas de Esmeraldas.
Muchos de los pescadores han sido aprehendidos en alta mar por la patrulla estadounidense mientras transportaban cocaína. María C., madre de uno de los detenidos por traficar con droga, vía marítima, señala que habla con su hijo hasta dos veces al mes. El guarda prisión en una cárcel de Estados Unidos.
Ella no puede viajar a verlo, porque trasladarse hasta ese país le resulta costoso, y con lo que gana como doméstica no le alcanza para costearse los pasajes. Ese no sería el único caso.
Uno de los investigadores explica que los pescadores se ven seducidos por el ofrecimiento de hasta de USD 50 000 por llevar el producto por el mar. Los hacen desde varias caletas pesqueras ubicada en las frontera con Colombia. Para eso utilizan GPS y comunicación satelital.
Un porcentaje del total del dinero se entrega previo a salir y el resto cuando la mercadería esté puesta en uno de los países de Centroamérica, o donde hayan convenido.
Mauricio C., dice que uno de sus compañeros de faene aceptó el ofrecimiento, porque en la pesca no podía reunir para el tratamiento de la enfermedad de su hija de un año. Desde hace tres meses está detenido en Estados Unidos, tras ser detectado con el producto a más de 400 millas náuticas de las costas de Esmeraldas.