Cinco monumentos destacan las tradiciones afroecuatorianas

Este monumento destaca la música y la danza que son parte de la cultura de la marimba. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO

Este monumento destaca la música y la danza que son parte de la cultura de la marimba. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO

Este monumento destaca la música y la danza que son parte de la cultura de la marimba. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO

Redacción Esmeraldas 
(F-Contenido Intercultural)

La esbelta figura de una mujer afroesmeraldeña está representada en un monumento. La escultura se encuentra dentro del parque 20 de Marzo, en el centro de la ciudad, cerca a la iglesia La Merced.

Este es uno de los cinco monumentos emblemáticos que reflejan la belleza, la cultura, los trabajos tradicionales y la unión de las etnias afro y chachi. Se inspiran en las características que han relatado en sus libros escritores esmeraldeños como Nelson Estupiñán Bass y Adalberto Ortiz.

La figura de la mujer afroesmeraldeña es una de las pocas que no fue cambiada en la ciudad durante la ejecución de un plan de mejoramiento urbanístico de la ciudad, en la pasada administración municipal. En esa ocasión se incorporaron modernas piletas en sitios emblemáticos. Pero aquella escultura se mantuvo, como símbolo de la belleza de la mujer afro.

Jorge Estupiñán, de la Dirección de Turismo del Municipio de Esmeraldas, señala que ese es un ícono de la ciudad desde hace 20 años y la atracción de los turistas extranjeros que posan junto al monumento.

En la vía al Puerto Artesanal Pesquero de Esmeraldas, en cambio, se levanta el monumento al pescador, que mide 2,50 metros de alto. Se trata de la figura de un hombre afro que en sus manos sostiene una atarraya, como una evidencia de la abundancia de la pesca.

Su ubicación es clave: junto al redondel que conecta con el sistema de puentes. Es la entrada principal de los turistas que llegan desde Ibarra o Colombia, por la Ruta Spondylus.

La figura está allí desde mayo de este año. El presidente de la Unión Provincial de Cooperativas Pesqueras, Ovidio Quiñónez, afirma que la imagen identifica a los más de 17 000 pescadores de la provincia y allí radica su importancia.

En la parte alta de la ciudad, en el barrio Esmeraldas Libres, se erige la escultura de un hombre fornido, con el torso desnudo. Usa un pantalón remangado, un machete en el cinto y carga un racimo de banano sobre su hombro.

La figura recoge un importante episodio en la historia de la vida productiva de Esmeraldas. Así lo señala en su libro Banano amargo’ el escritor esmeraldeño Julio Estupiñán Tello (+). En el texto se describe el ‘boom’ bananero de los años 50 y 60. En esa época, grandes empresarios se aprovecharon de los dueños de tierras del norte de la provincia para sembrar y exportar el producto.

La figura representa el trabajo del afro en la tierra y la importancia de este grupo como capital humano para el país, según el activista Juan Montaño.

Un monumento que llama la atención es el dedicado a la marimba, símbolo de la cultura afro, como lo señala Petita Palma, impulsadora de la cultura.

Aparece un hombre tocando la marimba y una pareja bailando ritmos tradicionales como La caderona o El andarele. Está en el barrio Potosí, en el ingreso de la capital provincial y es un sitio frecuentado por turistas. Las luces de neón, en la noche, y el sonido del agua de una cascada artificial complementan a la imagen.

Para Montaño y Palma, uno de los monumentos concebidos en base a las ideas del escritor Nelson Estupiñán Bass es el que está en la Plaza Cívica. Ahí se refleja la unión de los miembros de las culturas afro y Chachi en la provincia.

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