Redacción Mundo. Con DPA y
El Tiempo de Bogotá, GDA (I)
Los republicanos buscan la fórmula para frenar “la amnistía ejecutiva” de Barack Obama, después de que el presidente anunciara el jueves que dará un permiso temporal a unos cinco de los 11,4 millones de indocumentados que viven actualmente en Estados Unidos y frenará sus deportaciones.
El anuncio, largamente esperado por la comunidad latina y aplaudido ayer por países como México y Centroamérica así como la OEA y Human Rights Watch, abre una guerra total entre Obama y los republicanos, que a partir de enero, cuando se constituya el nuevo Congreso, tendrán la mayoría en ambas cámaras.
El Partido Republicano dio inicio ayer a lo que será una brutal campaña, no solo para frenar la decisión del Presidente, sino para hacerle la vida imposible en estos dos años que le quedan en la Casa Blanca.
En lo que puede ser un preámbulo de lo que le espera a Obama por su movida migratoria, el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, demandó ayer al mandatario ante una Corte Federal por abuso de sus poderes administrativos.
La querella se refiere a cambios que hizo el Mandatario a la reforma a la salud que aprobó el Congreso en 2009. Pero se espera que muy pronto eleven otra para bloquear su decisión del jueves por la noche.
Los republicanos, que acusan a Obama de actuar como un “monarca o emperador”, creen que el presidente violó la Constitución al emitir su Orden Ejecutiva, pues se atribuyó poderes que claramente le corresponden al Congreso.
Los republicanos se oponen a la decisión del Mandatario de actuar solo en materia migratoria, sin el Congreso, y acusan a Obama de haberse extralimitado a la hora de anunciar la mayor regularización de inmigrantes indocumentados en tres décadas.
El partido de la oposición cree que Obama debería haber dado una oportunidad al nuevo Congreso de legislar al respecto. “El Presidente nunca escucha. Y con esta medida se ha negado a escuchar a los estadounidenses”, se lamentó Boehner.
El líder opositor señaló que con su decisión de actuar en solitario, “el Presidente ha elegido sabotear de manera deliberada cualquier posibilidad de aprobar las reformas bipartidistas que asegura que busca”. “Y como le dije al Presidente el jueves, él está dañando la Presidencia en sí misma” con sus acciones unilaterales.
Pero, Thomas Mann, experto del Brookings Institute, considera que Obama no ha abusado de su poder. “Las acciones ejecutivas del presidente son limitadas, contingentes en cuanto a su autoridad legal y sus facultades discrecionales, y temporales.
Pueden ser neutralizadas o reemplazadas por una ley aprobada en el Congreso o por su sucesor en la Casa Blanca”, aclara Mann.
Este analista político considera que los republicanos vierten “lágrimas de cocodrilo” ante la acción de Obama.
Los republicanos barajan varias posibilidades para frenar a Obama: cerrar el gobierno como medida de presión, boicotear los nombramientos del Presidente, no autorizar los recursos necesarios para que se ejecuten las medidas, no aprobar el presupuesto del gobierno y demandar al Presidente.
De momento, parece descartado que vayan a presentar un proceso de destitución o “impeachment”. Obama decidió actuar solo, después del fracaso este verano (boreal) de la reforma migratoria.
Sistema ‘más justo’
El presidente Obama prometió un sistema “más justo” para que unos cinco millones de inmigrantes indocumentados puedan resolver su situación sin ser deportados, permitiéndoles buscar permisos de trabajo y “salir de la sombra”.
Los principales beneficiarios serán inmigrantes indocumentados que llevan más de cinco años en EE.UU. y que tienen hijos que son ciudadanos del país o residentes legales, que demuestren que llevan en el país desde antes del primero de enero de 2010 y no tengan antecedentes criminales.
Según el proyecto, estos indocumentados evitarán la deportación por tres años y obtendrán un permiso de trabajo.
Las medidas rápidamente fueron celebradas en América Latina. México dijo que da la bienvenida a las medidas, mientras que el presidente de Guatemala, Otto Pérez, tras agradecer a Obama, anunció que convocará a organizaciones de migrantes para ayudar en el proceso. El Salvador y Honduras también manifestaron ‘satisfacción’.
El presidente Obama inició ayer una serie de viajes en su país para defender su plan para los inmigrantes ‘sin papeles’.