Mauricio Moreno (izq.) y Dennys Caisalitín fueron 2 de los beneficiados de este programa. Foto: Jenny Navarro/EL COMERCIO
Las personas que no lograron concluir su formación académica correspondiente a 7°, 8° o 9° grado de Educación General Básica (EGB), ahora lo podrán hacer en un curso de 11 meses, el cual inicia hoy, 20 de octubre, y se extenderá hasta agosto del 2015.
Se trata del programa de Educación Básica Superior Flexible, el cual está dirigido a jóvenes de entre 15 y 21 años, que han permanecido fuera de la educación escolarizada ordinaria por más de tres años.
Según la subsecretaria de Educación Especializada e Inclusiva, María Brown, los colegios elegidos para acoger a los estudiantes debían cumplir con una serie de requisitos. Uno de ellos era que los establecimientos ofrezcan también el bachillerato con el fin de que si el alumno decidía continuar con sus estudios lo pueda hacer en la misma institución.
Según el Ministerio de Educación, son aproximadamente 103 instituciones educativas que ofertarán este programa, distribuidas en 12 provincias de la Sierra y Amazonía.
Para Brown, el objetivo es captar a chicos que han enfrentado distintas problemáticas sociales que les ha obligado a dejar sus estudios. En este sentido, son diversas las situaciones personales que han afectado la formación académica de muchos estudiantes.
Uno de ellos es Mauricio Moreno, un joven de 20 años que vive actualmente junto a su madre y hermano en Chiriyacu (sur de Quito). Este muchacho vivió desde los 7 años en Madrid, España, donde estudió hasta décimo de básica. Sus problemas iniciaron cuando retornó a Ecuador en septiembre del año pasado, ya que le dijeron que debía volver a ingresar a octavo de básica.
La explicación fue que faltaban algunas notas y por eso debía empezar nuevamente la secundaria. Fue entonces que Moreno conoció este programa y se inscribió en el proyecto piloto que organizó el Ministerio. El curso lo realizó en la escuela Capitán Alfonso Arroyo y terminó las clases en agosto de este año. Esto le ha permitido insertarse nuevamente en el sistema educativo, y ahora cursa el primero de bachillerato.
“Fue una buena experiencia porque los profesores eran atentos y considerados”, explica Moreno. Además, la educación que recibió le ayudó a tener unas buenas bases, aunque reconoce que ya en la educación ordinaria los docentes son más estrictos en los trabajos y deberes.
Sin embargo, no ha tenido mayores dificultades para desenvolverse en materias nuevas como química o física.
La experiencia de Moreno es muy similar a la de Dennys Caisalitín, quien fue su excompañero de aula. Según este joven de 20 años, tampoco ha tenido problemas para reinsertarse en el colegio a pesar de que estuvo sin estudiar un año.
Su dificultad para poder completar sus estudios secundarios estuvo también relacionada con su permanencia en el exterior durante 10 años, ya que vivía en Barcelona. Al regresar, el problema fue que no le podían convalidar algunas materias porque no concluyó el décimo de básica en España, por lo que debía repetir este curso.
Frente a esta situación optó por inscribirse en el programa del Ministerio y actualmente ya se encuentra en primero de bachillerato, con el firme propósito de terminar la secundaria para estudiar diseño gráfico en la universidad.
En contexto
En esta primera fase había 19 500 cupos disponibles en el Régimen Sierra y el objetivo es elevar esa cifra a 50 000, incluyendo la Costa. En total este proceso contará con la participación de 625 docentes que estarán distribuidos en los distintos cantones.