Mayo es la fecha límite para al menos cinco de 37 asambleístas que no buscan la reelección de un total de 124. Terminado ese mes colgarán sus botines de políticos para ejercer otra vez la profesión que dejaron al tomar posesión de sus curules.
Dos socialistas corren por un lugar en el Parlamento Andino. Mientras que para más de 25, nada está dicho, no descartan ser candidatos a las dignidades seccionales, en el 2014. Anuncian que se mantendrán muy cerca de las organizaciones, es el caso del asambleísta Rafael Dávila, director provincial de Creo en Loja.
El socialista Eduardo Encalada tiene 62 años. Cree que es hora de dar paso a las nuevas generaciones. Fue concejal de Cuenca. Y quiere retomar su carrera de constructor; desde 1974 trabajó como ingeniero civil. Se lamenta porque no logró que se aprobaran las leyes de Aguas, Tierras, Comunicación y Cultura. Espera que tras la campaña y las elecciones del 17 de febrero se pueda avanzar con la tarea pendiente en el Pleno.
El emepedista Ramiro Terán, uno de los asambleístas más combativos en la Comisión de Régimen Económico, dirigida por el oficialista Paco Velasco, también se despide de la arena política. Quiere regresar a Ibarra, a la Unidad Educativa Teodoro Gómez de la Torre, de 2 700 alumnos, para hacerse cargo del Rectorado. Participó de las pruebas y ganó el concurso de oposición y méritos del Ministerio de Educación, pero lo dejó luego de un día. Extraña la actividad docente que ejerció durante 32 de sus 58 años.
“No hablaré de política partidista con los jóvenes. Pero les diré que no hay que venderse al mejor postor”, apunta el hermano de Gustavo Terán, ex diputado y dirigente de la UNE, que se recupera de un accidente de tránsito.
María Molina, su compañera de bloque, también cuenta los días para regresar al Hospital Homero Castañeda, en Azogues. Era parte de la Unidad de Medicina Interna y se encargaba de atender a los pacientes en Consulta Externa. Esta no ha sido su única incursión en la política, fue asambleísta constituyente.
“Tendré que ponerme al día otra vez”, dice esta doctora con 28 años de ejercicio. Se irá con una decepción, integra la mesa de Soberanía Alimentaria, así que le molesta no haber avanzado en el trámite de la consulta prelegislativa de la Ley de Aguas y en el proyecto de Ley de Tierras, pese a que llegó como iniciativa ciudadana.
Se pregunta por qué no ha hecho nada el Quinto Poder, lo critica por no haber cuestionado a la Asamblea por la lentitud con la que ha manejado estos dos temas.
Guido Vargas, de Sociedad Patriótica, volverá a conducir las unidades de transporte interprovincial en la Cooperativa Putumayo.
Desde 1998 ha ejercido el oficio de chofer y se ha mantenido como dirigente del gremio, del que no se ha desligado. “El poder no me ha engolosinado”, apunta, pero no descarta la posibilidad de representar a su sector otra vez, como candidato a la Prefectura en las próximas elecciones, es director del PSP en Sucumbíos.
Marco Murillo se queja por lo que considera una maniobra del Gobierno para impedir su reelección. Pero anuncia que seguirá con Amauta, de Chimborazo, y SUMA a escala nacional. Trabajará en un proceso político en su provincia y también en Cotopaxi, Imbabura, Tungurahua, Bolívar, en Pastaza y Napo. Su aspiración es postularse como candidato a prefecto o quizás a alcalde de Riobamba.
Además, en lo privado, se concentrará como administrador de empresas en empujar dos iniciativas particulares: una agencia de monitoreo de medios y otra de corte farmacéutico.
Gerónimo Yantalema (Pachakutik) ha sido consultor y asesor político de las juntas parroquiales, agricultor y carpintero. Se dedicará a empujar la agenda agraria, que no ha sido tomada en serio en este período legislativo.
El oficialista Rolando Panchana responde que “Dios proveerá”, al preguntarle sobre sus planes para después de mayo, cuando deje su curul. Tiene dos caminos: seguir en la política o volver a los medios de comunicación, “en un rol compatible”, que no contamine lo periodístico con su opción política, adelanta. Se siente agradecido con el movimiento por haber comprendido su realidad familiar.
Su objetivo es ver crecer a sus hijos de 7, 12 y 14 años. “No tiene que ver con encuestas, mis cifras de popularidad son excelentes”, se defiende, y no descarta trabajar en un medio público o ser candidato a una dignidad seccional, para estar más cerca de su casa.
Vladimir Vargas, ex Prian y cercano a A. País, no tiene definido su futuro. Admite que su esposa está contenta porque estará más cerca de ella y de su bebé de 1 año y 4 meses. Esperan un segundo hijo, ella tiene 11 semanas de embarazo. Además están dos hijos, de 10 y 12 años, de otro compromiso. A él le interesa seguir en la política. Quería mantener su curul pero no creyó conveniente disputar un espacio con militantes. Él se ligó al oficialismo tras separarse del partido de Álvaro Noboa al anunciar su respaldo a la ley de medios.
El economista Jaime Abril, otro oficialista, se dedicará a desarrollar proyectos. Pero dice estar dispuesto a seguir en “cualquier trinchera que escoja su agrupación”.
Fernando Vélez, ex PSP y aliado de A. País volverá a su estudio jurídico; Scheznarda Fernández (ex PSC) es candidata a suplente del Parlamento Andino, pero su objetivo es ser alcaldesa de Portoviejo, con el respaldo de A. País. Por lo que hace campaña a favor de Rafael Correa en Twitter.; Guillermina Cruz también espera ser alcaldesa de Archidona, con Avanza .
Blanca Ortiz dejó A. País, pero no abandonará la lucha por los migrantes. Empezará de cero en Ecuador, quizá abra un restaurante, tenía uno en Estados Unidos.
5 de 35 asambleístas que no van por la reelección retomarán sus carreras.