Si no tienes tiempo, te lo resumimos en estas líneas
- La principal razón del rechazo al arbitraje internacional fue la desconfianza en el mecanismo y la percepción de que solo favorece a firmas extranjeras.
- El gobierno no logró comunicar de manera efectiva los beneficios potenciales del trabajo por horas, lo que generó desconfianza y temor entre la población, según los analistas.
- Las dos preguntas sin respaldo no estaban relacionadas con la inseguridad, que es la principal preocupación de los ecuatorianos.
La posibilidad de retomar el arbitraje internacional para controversias entre Estado e inversores y el trabajo por horas han sido históricamente temas controversiales, con un amplio rechazo entre movimientos políticos de izquierda, sindicatos de trabajadores, grupos indígenas y ambientalistas.
Una campaña de información selectiva orquestada por movimientos como el correísmo-a decir del analista político Cristian Carpio- es otra razón por la que la balanza se inclinó por el no.
Organizaciones sociales también se activaron para posicionar la idea de que los arbitrajes internacionales afectan los intereses del Estado, de sus ciudadanos y merman sus recursos. Este mensaje, agravado con una posible perdida de la soberanía, logró calar en la mayoría de los votantes.
Los contratos laborales por horas, en cambio, fue una propuesta que se presentó en un escenario de alto desempleo e informalidad.
Marzo 2024 cerró con una tasa de 61,7% de empleo inadecuado y el desempleo escaló al 3,8%. Esto permitió que la percepción de que el trabajo por horas empeoraría la situación se generalice, incluso entre los jóvenes.
65% votó en contra del arbitraje y cerca del 70% rechazó el contrato por horas, en el referendo del 21 de abril del 2024.
Otros dos factores empujaron al voto en contra
Hay otros dos factores- a decir de Carpio- que se deben tomar en cuenta para entender por qué se dio este desenlace negativo y, que fue bien aprovechado por movimientos opositores:
- Perdida de apoyo del Gobierno, ya sea por un proceso de desgaste, falta de credibilidad, cortes de energía eléctrica y una crisis de legitimidad por los resultados en el combate contra la inseguridad.
- Orellana y Sucumbíos fueron las dos provincias amazónicas que más rechazo presentaron al arbitraje internacional. Esos territorios muestran más conflictividad y desigualdad económica, pese a la actividad petrolera y minera.
Estas preguntas (Dy E) del referendo, adicionalmente, no estaban relacionados con la principal preocupación de los ecuatorianos: la inseguridad, enfoque principal de las otras 9 preguntas.
Falta de habilidad para explicar el contrato por horas
La falta de una campaña explicativa que permita entender con claridad cómo iba a instrumentarse el contrato por horas también jugó en contra. Carpio reseña que primero se presentó una tabla, luego otra y al final no se dio una seguridad al ciudadano de que esto no era una regresión de sus derechos laborales.
“No tuvo la capacidad de informar sobre los beneficios de implementar estos mecanismos”, puntualiza.
Gabriel Recalde, del Observatorio Laboral, coincide en que la ciudadanía no tuvo ni la asesoría ni la explicación adecuada parte del Gobierno, tomando en cuenta que se trata de temas técnicos.
Los anexos a la pregunta tampoco resolvieron el problema de desinformación, porque se requieren de más reformas puntuales para destrabar el contrato por horas.
El economista Pablo Lucio Paredes aclaró que para que se genere empleo nuevo y mejore el existente, el crecimiento económico del país debiera alcanzar un 4,5% ó 5%. Pero desgraciadamente en los últimos 40 años no ha pasado del 3,5%, lo cual es insuficiente.
Otra variable-agrega- que influye es la adaptabilidad de necesidades de trabajadores y de empresarios. Esta adaptación es lo que pretendía el trabajo por horas.
El problema de fondo para los expertos también es la desconfianza mútua de trabajadores y empleadores, que hace que está adaptabilidad sea una oportunidad perdida.
El rechazo al arbitraje internacional se mantiene
El artículo 422 de la Constitución, que prohíbe el arbitraje internacional entre Estado e inversores, se mantiene tal como lo estableció la Asamblea Constituyente del 2008.
La imposibilidad de ir a un arbitraje ha sido una bandera de lucha de colectivos como Yasunidos, Acción Ecológica, Unión de Afectados por Texaco-Chevron; movimientos como la Conaie.
Estos y otros grupos posicionaron la idea de que en estos arbitrajes, la vara está inclinada a favor de las multinacionales y demás inversores extranjeros.
Para Paredes, el rechazo al arbitraje no significa que empeora la situación sino sigue la que se tenía. Los inversores pueden presentar demandas en la justicia nacional.
La soberanía del país ahonda la controversia
Javier Robalino, experto en arbitrajes y litigios, explica que el arbitraje internacional es una institución neutra y apolítica, que beneficia a todos los estados, incluidos el Ecuador.
Los beneficios -asegura- no solo se extienden a casos sino que atrae y retiene la inversión extranjera, la cual cree que es indispensable para el Ecuador.
A diferencia de los colectivos que empujaron la campaña de una perdida de la soberanía, Robalino defiende al arbitraje como una expresión de la soberanía de los estados.
Define dos ventajas: permite acordar mecanismos modernos para la solución de controversias y otorga garantías de imparcialidad y seguridad jurídica a los inversionistas extranjeros, que en muchos casos no obtienen en cortes locales.
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