El trabajo en las canteras de San Antonio de Pichincha aún no se normaliza. De las 20 canteras que fueron suspendidas en abril, cinco (Tanlahua, Rosita, Fucusucu III, Fucusucu V y El Guabo) lograron retomar sus actividades.
Julio Jaramillo, representante legal de estas canteras, informó que no fue complicado obtener los requisitos que solicitó el Municipio. Estas minas contaban con la autorización para explotar el material pétreo.
Las canteras de esta zona fueron suspendidas por trabajar sin cumplir con las normas técnicas. También por la contaminación que se generó en la zona.
Según la Secretaría de Ambiente del Municipio, en San Antonio la contaminación por material particulado es tres veces mayor al promedio que se registra en el Distrito. El promedio de material particulado es de 0,8 microgramos/cm² y en San Antonio es de 3,2 microgramos/cm².
El pasado 29 de mayo, la Comisión de Canteras del Municipio estableció cuatro requisitos mínimos para que los administradores de minas y canteras obtengan un permiso para la explotación. El título minero, una auditoría ambiental y un plan de manejo, el pago de regalías y la nómina de afiliación del personal al Seguro Social se debía presentar en la Dirección de Ambiente.
Hay 15 administradores de canteras que aún no presentan estos documentos. Víctor Abambari, dueño de la cantera San Catiquilla, comentó que le falta un documento del Servicio de Rentas Internas y otro del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social. Aspira a obtenerlos en una semana más. Mientras tanto, quiere que se le permita retomar sus labores. “Deseo volver a mi trabajo”.
Abambari lleva cerca de dos meses sin laborar. Tiene 57 años, 45 se ha dedicado a extraer piedras, en San Antonio de Pichincha. El personal que trabaja en esta mina también está desocupado. “Para la gente mayor no hay fuentes de empleo”.
Alonso Moreno, presidente de la Comisión de Ambiente, informó que los requisitos que se establecieron para abrir provisionalmente las canteras son mínimos. “El título minero es un documento indispensable para operar. De las minas suspendidas hay cerca de 10 que no lo tienen y deben tramitarlo en el Ministerio de Recursos Naturales”.
Este proceso es el que más tiempo requiere, porque se debe analizar que las canteras no operen en áreas protegidas.
Agregó que de las 102 canteras que hay en Distrito, 61 operan sin tener el título minero. Por ello, solicitó a los propietarios obtener el documento. “Luego de solucionar el tema de las minas suspendidas tomaremos acciones”, aseguró el concejal Moreno.
El secretario de Ambiente del Municipio, Ramiro Morejón, informó que las cinco mineras a las que se les levantó la suspensión deben hacer tareas de remediación antes de iniciar con la explotación. “Deben controlar la emisión de polvo al medioambiente y reforestar la zona donde laboran”. El Municipio realizará un seguimiento para verificar si estas cumplen con las disposiciones.
Wilson Correa, presidente de la Asociación de Canteras de la Mitad del Mundo, mencionó que de a poco están retomando sus labores. “Hemos presentado un cronograma para hacer la remediación por el impacto ambiental”.
El proceso
Documentos. Los administradores de las canteras suspendidas deben presentar el título minero, una auditoría ambiental y un plan de manejo, el pago de regalías y la nómina de afiliación del personal al IESS.
Recepción. Los requisitos deben ser entregados en la Dirección de la Secretaría de Ambiente del Municipio de Quito.
Permiso. Si las canteras tienen los papeles en regla se expide una autorización para reabrirlas.
Control. El Municipio controlará que en las canteras se cumplan los planes de remediación ambiental.