‘Yo no sé nada”, esa es la frase que repetían los vecinos del barrio Caspigasí, ubicado en San Antonio de Pichincha, al preguntar sobre un accidente ocurrido en una de las tres canteras del lugar.
Los vecinos evitaban mirar a los ojos, cerraban las puertas de sus casas o señalaban que no vivían en el sitio, hasta que una moradora respondió: “Aquí pasó algo muy grave… un menor de edad falleció trabajando”.
En medio del barrio, que está cubierto de polvo, el lunes pasado dentro de la cantera donde ocurrió el hecho, no había maquinaria y su entrada estaba bloqueada por escombros. Parecía estar abandonada.
En abril, el Municipio suspendió a 19 canteras de San Antonio de Pichincha. Alonso Moreno, concejal de la Comisión Especial de Canteras, señaló que solo ocho minas han entregado todos los documentos para poder operar y así lo están haciendo. Las de Caspigasí aún están suspendidas.
La resignación en los familiares del chico se notaba. Con palabras directas y sin demostrar dolor, ellos comentaron que el incidente ocurrió el martes pasado entre las 03:00 y 04:00, cuando Ramiro, de 14 años, estaba operando una retroexcavadora.
El fallecimiento del menor fue ratificado por un informe de la Comisaría de Ambiente de la Administración Zonal La Delicia, luego de que este Diario notificara al concejal sobre el hecho.
EL COMERCIO acudió el pasado martes al lugar para conversar con el dueño de la cantera pero un empleado respondió que no se encontraba. Posteriormente se lo contactó por teléfono y él manifestó que el menor no estaba operando una retroexcavadora, murió en una clínica de la zona y no dentro de la mina. “¿Quién le dijo que estaba operando? Si me avisa con tiempo cuadramos una cita y dialogamos. Yo no tengo por qué estar escondido”, expresó.
Los vecinos reiteran que la cantera no tenía permisos para operar, por lo que explotaba el suelo durante las madrugadas.Ese día, en el sitio los taludes estaban carcomidos por los trabajos y había fisuras en la cima. La tierra estaba a punto de desprenderse.
Carmen Gualoto, dueña de la cantera Tanlagua que tiene los permisos de operación, explicó que una mina luce así cuando no se la ha explotado de una manera técnica. “Lo que sucede es que la retroexcavadora hace un hueco en la base del talud, para que luego la tierra caiga sola. Supongo que el chico no avanzó a quitarse y murió”, explicó.
Dentro del proceso de regularización de las canteras, el Municipio estableció que se debe explotar el suelo construyendo terrazas para que la montaña mantenga su consistencia. Esto no ocurre en la cantera de Caspigasí. También, obliga usar chalecos, cascos, gafas, guantes y botas. El padre y el hermano del fallecido trabajan en dicha cantera y no laboran con esos implementos.
Durante un recorrido realizado al azar por tres canteras de San Antonio, solo en una los obreros se protegían; en el resto se explotaba la tierra con vestimenta convencional. Algo similar ha sucedido en dos visitas anteriores hechas por este Diario a otras canteras de la zona.
Los obreros trabajan a diario entre el polvo y en medio de los taludes. Los operarios de las retroexcavadoras no tenían ningún implemento de seguridad y los talladores de piedras no protegían sus manos con guantes.
El edil Moreno afirmó que hace tres meses se realizó una inspección en las canteras que aún están suspendidas y se constató que no están operando, sin embargo, reconoció que no se han hecho inspecciones nocturnas.
Ramiro comenzó a trabajar a los 12 años en las canteras de San Antonio, debido a la situación económica de su familia. Los padres y sus ocho hijos viven con USD 240 al mes. Su precaria vivienda, construida de adoquines y sin acabados, está ubicada junto a la cantera. De ese actividad han vivido siempre.
Para Lorena Chávez, coordinadora general de Protección especial del Instituto de la Niñez y la Familia (Infa), es muy complicado descubrir el trabajo infantil en canteras, debido a que los trabajos se hacen a las madrugadas y en la ilegalidad.
“Nosotros podemos realizar inspecciones o una investigación cuando hay una denuncia de por medio, si no es muy complicado porque son espacios que no son visibles. No hemos recibido denuncias de trabajo infantil en canteras de Quito”, afirmó.
El Infa se comprometió a realizar una inspección en las canteras. Moreno afirmó que el Municipio hará controles nocturnos en las canteras del sector.
Mientras tanto, los familiares están a la espera de una compensación económica por la muerte del menor. “Habrá que tener paciencia porque el dueño pagó el entierro y tiene muchos gastos”.
Pasos para reabrir una cantera
Documentos. Los administradores de las canteras suspendidas deben presentar el título minero, una auditoría ambiental y un plan de manejo, el pago de regalías y la nómina de afiliación del personal al IESS.
Recepción. Los requisitos deben ser entregados en la Dirección de la Secretaría de Ambiente del Municipio de Quito.
Permiso. Si las canteras tienen los papeles en regla se expide una autorización para que continúen con la explotación.
Fecha límite. Las canteras que aún siguen suspendidas tendrán hasta diciembre de este año para presentar los documentos. Luego de la fecha el Municipio realizará una nueva inspección en las zonas.