El desbordamiento del río Quintul provocó daños. Foto: Xavier Caivinagua/ EL COMERCIO
Con la luz del día se ve la magnitud de los daños que dejó el aguacero y desbordamientos de quebradas la tarde de ayer 21 de diciembre del 2014, en tres parroquias ubicadas al norte de la capital azuaya, en el sur del Ecuador. Hay casas y sembríos afectados, deslizamientos de tierra y pérdidas materiales.
La lluvia intensa de más de dos horas fue focalizada. Los mayores daños se registraron en la parroquia Chiquintad. El río Quintún se desbordó y como consecuencia cayó un inmenso árbol de eucalipto sobre la vivienda de bloque de la familia Guamán, construida hace tres meses.
Eso ocurrió cerca de las 17:00, cuando Tránsito Guamán y sus dos hijas, menores de edad, estaban al interior de la casa. Las tres salieron ilesas, pese a que la cubierta (eternit y los pedazos de bloques) quedó en el piso. Ella es madre soltera y trabaja por horas limpiando casas.
Tránsito sacó algunas pertenencias y las puso en la casa de su hermana Julia, ubicada a unos ocho metros de distancia, pero minutos más tarde la creciente del río ingreso a esa vivienda y se lo llevó todo. Las dos hermanas quedaron literalmente en la calle.
Este 22 de diciembre del 2014, 10 obreros de la Empresa Municipal de Aseo de Cuenca –con lampas, escobas y carretillas- retiraban la cantidad de lodo, ramas de árboles y piedras que ingresó a los tres cuartos. El agua, lodo y demás escombros también entraron a las viviendas de otras seis casas vecinas.
La creciente arrasó con las huertas de maíz y hortalizas y con galpones de animales menores como cuyes y gallinas, que eran el sustento de estas familias. Otros sectores afectados fueron Ochoa León y las parroquias Checa y Ricaurte, donde se registraron deslizamientos de tierra.
Esta mañana personal del Miduvi, del MIES, Municipio de Cuenca, Secretaría de Gestión de Riesgos, entre otras instituciones públicas, inspeccionaron las zonas, para determinar los daños y establecer las ayudas para las familias afectadas.