La Silla Vacía

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El ‘mande’ y las resonancias coloniales en el lenguaje

El ‘mande’ representa, según los especialistas, un vocablo que alude a la sumisión y la dominación. ¿Cuántas veces usted dice la palabra ‘mande’? A continuación algunas razones de los atavismos que aún forman parte de nuestro modo de ser en algunos escenarios.

Hace poco la agencia EFE publicó un artículo sobre el modo de ser y actuar de ciertos ecuatorianos, que se delatan a través del lenguaje. Algunos de los vocablos mencionados fueron ‘mande’, ‘a sus órdenes’, ‘economista’, ‘licenciado’ y ‘longo’, que determinan las clases sociales en el Ecuador.

Varios significados
Una hipótesis que plantea la sociolingüística se refiere a los lenguajes verbal y no verbal, que constituyen el corazón de la cultura; es decir, a los símbolos o signos expresados a través de la oralidad, la escritura o los simples gestos.

La frase ‘dígame licenciado’, por ejemplo, tiene varios significados: la necesidad de reconocimiento social, la búsqueda de aprobación, el interés de subir en escala laboral o, en ocasiones, no quedarse como gente del montón. Estas lecturas no difieren si se trata de un economista, de un doctor o ingeniero, porque en el fondo expresan lo mismo: el complejo de jerarquías que tiene causas profundas.

Referentes culturales
Podemos estar de acuerdo o desacuerdo en que la gente que ha obtenido un título profesional ‘con tanto esfuerzo’ sea identificada por lo que ha ‘adquirido’ –dinero, poder, reconocimientos-, antes que por sus nombres y apellidos a secas; sin embargo, lo que sí es materia de estudio es por qué se enojan o reclaman ese reconocimiento, cuando para todos es conocido que nadie nace con títulos ni grados.

Los antropólogos dan algunas pistas. Ellos manifiestan que las raíces de estos resentimientos se hallan en los referentes culturales; es decir, en las ‘marcas’ que dejó la colonia en estos territorios. Dicho de otro modo: las relaciones de poder, dependencia y sumisión quedaron selladas, antes, en la colonia y luego en la República, que los conceptos y comportamientos de ‘patrón’, ‘amo’, ‘superior’ o lo que se llame quedaron evidenciados por el lenguaje, que delata estos fenómenos en algunas de las palabras que hablamos.

Atavismos
Estas lecturas de la realidad cultural no son buenas ni malas; simplemente, se presentan y representan cada día y en toda circunstancia. Así como la colocación de ‘Dr.’, ‘Lic.’ o ‘Eco.’ antes del nombre significa que es un profesional egresado de la academia, y que debe ser reconocido por la sociedad, a diferencia de otras personas que son ‘señores’ o ‘señoras’, otros vocablos como ‘mande’, ‘longo’, ‘a sus órdenes’ -que decimos inconscientemente- reafirman que todavía subsisten atavismos en el Ecuador profundo y que, pese a la modernidad, no se han modificado.

Lo curioso es que la reproducción de este modelo de manipulación o dominación a través del lenguaje, se observa en la propia universidad, y en el general en el sistema escolar y profesional. Muchas personas responden a cada momento ‘mande’ porque están o desean estar al ‘servicio’ de alguien. O, en buen talante se ‘ponen a las órdenes’ por gentileza o porque ‘se oye bien’. Y se molestan cuando le dicen ‘longo’, o sonríen cuando escuchan cariñosamente las palabras ‘longuito’ o ‘longuita’, ‘cholito’ o ‘cholita’.

Nuevos estudios
El lenguaje es un capital cultural, que proporciona muchas posibilidades para mirarnos en el espejo, y reconocernos como somos y no para infringirnos latigazos o colocarnos un vestido de cucurucho para expiar penas ajenas, sino para explorar el ser y el modo de ser de nuestro pueblo. La alternativa es estudiar más el Ecuador desde los lenguajes, amar más el Ecuador desde sus orígenes, y superar progresivamente la baja autoestima como personas y como país, para construir juntos futuros posibles, sin discriminaciones ni exclusiones.

El tema está inacabado. Es necesario y urgente hurgar en el lenguaje y reconstruir imaginarios que permitan a las personas verbalizar estos temas y construir saberes, autónomos y libres, alejados de paradigmas anclados en la sumisión. Análisis de los mensajes que se comunican en los textos escolares, así como en los medios de comunicación y en los lenguajes orales, podrían contribuir a decodificar los signos y significados, y ayudar a descolonizar la educación.

¿Una utopía? ¿La nueva educación y la reforma educativa dicen algo al respecto?