La Silla Vacía

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El manejo de los conflictos

Por interés de la opinión pública reproduzco la carta editorial de la revista EducAcción, que circuló el miércoles 12 de noviembre de 2014.

La educación es un retrato de la sociedad. Los últimos acontecimientos derivados de manifestaciones de estudiantiles, capturas, procesos y sentencias han dejado secuelas en sus actores y en todo el cuerpo social.

No es exagerado decir que la comunidad educativa nacional se siente lastimada por el manejo de este tema por parte del poder, y también –por qué no expresarlo- por los estudiantes, profesores y padres de familia.

Al parecer todos apostaron a perder. En rigor, las causas que provocaron la protesta de los estudiantes no están claras o se perciben difusas. Se puede intuir que fueron producto del descontento estudiantil relacionado con la subida de los pasajes, hecho que no se ha producido. Y también con las inquietudes alrededor del nuevo código del trabajo. Ciertas o aparentes, los estudiantes se manifestaron con los resultados por todos conocidos.

Fue lamentable ver a estudiantes esposados, criminalizados, deprimidos e intimidados por el Código Integral Penal, recientemente aprobado por la Asamblea. Fue, asimismo, penoso escuchar expresiones de padres y madres de familia, en plazas y calles, que pedían de rodillas perdón al poder. Y fue notoria la ausencia de los profesores y autoridades de los planteles afectados por la trifulca.

Las ‘limpias’ con chilcas y otras hierbas no subsanan un problema que es estructural del sistema educativo y de la sociedad en su conjunto, que reclaman no solo escuelas del milenio, con presupuestos elevados, sino formación integral y socio-preventiva de sus estudiantes, de la mano de proyectos de convivencia ciudadana, unidos a cambios radicales en la preparación de los profesores, y sistemas modernos de manejo de conflictos.

EducAcción publicó en dos entregas sendos artículos sobre competencias ciudadanas, para interpretar y actuar en diversos tipos de violencia. El manejo de los conflictos es parte fundamental de este proceso de prevención, en el que toda la comunidad educativa debe participar.