Blasfemia

Cuando el Papa afirma que quienes insulten a su madre se ganarían un “puñetazo”, lo hace desde una posición humana genuina, despojada de investidura religiosa. Sin embargo, su afirmación de violencia es peligrosa, como peligrosa es la carta escrita por el Observatorio Católico al Sr. Mauricio Rodas pidiendo la censura de una campaña por los derechos de la mujer y que afirma: “Estos días justamente se ha podido reflexionar sobre la importancia de que la libre expresión mantenga el debido respeto hacia la dignidad de la persona, de las comunidades, incluyendo el respeto a las confesiones religiosas, con el fin de salvaguardar un ambiente de paz”. Quien lea tal párrafo entenderá que en ella hay una amenaza, donde la paz se condiciona a limitar la libre expresión. La libertad de expresión no tiene límites cuando de criticar ideas se trata. Las religiones no son nada más que eso, ideas, aunque afirman lo extraordinario sin evidencia. Es por esto último que son objetivo legítimo de escarnio bajo la luz de la razón.

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