Las contrataciones de Barcelona aún pasan inadvertidas en las canchas. Eso en normal en un club que contrata 12 jugadores en un año. Talvez es probable que en los próximas semanas recién se llegue a mostrar una mejor estructura de juego y sobre todo, de grupo.
Sin embargo, el club más popular del Ecuador carece en estos momentos de un líder, que transmita entre sus compañeros una actitud positiva, de pelear balones en cada espacio del campo de juego.
La historia de Barcelona lo demuestra con personajes que dejaron sus huellas a través de la historia. Aquí se podrían incluir a los hermanos Cañarte, Pablo Ansaldo, Luciano Macías, Víctor Ephanor, Sigifredo Chuchuca, ‘Wacho Muñoz’, Marcelo Trobbiani, Jimmy Montanero, ‘Pajarito’ Cantos, Juan Madruñero, Carlos Muñoz, Jorge Phoyú, José Paes, Víctor ‘Espartaco’ Mendoza, el padre Juan Manuel Bazurko, Rubén Darío Insúa, Carlos Luis Morales, José Francisco Cevallos, Damián Díaz… y muchos más… Estos, con su carácter y juego, empujaban a sus compañeros a dejar el sudor en la cancha, sin importar en ocasiones el resultado.
Más adelante esa función podría encajar en el mediocampista uruguayo Brahian Alemán, quien en tres partidos muestra esas características que se identifican con Barcelona. Talvez sea prematuro, pero es necesario que el cuerpo técnico y dirigencia replanteen sus planes o de lo contrario más adelante continuarán los lamentos por el actual rendimiento del equipo.
Es necesario puntualizar que el capitán del equipo no necesariamente es el líder. Una muestra es la de Liga de Quito, donde el defensa Norberto Araujo cumple esa función, pero el que inyecta energía y garra es el paraguayo Enrique Vera. Algo parecido tienen otros clubes como Emelec, River Plate, Aucas, Católica… Pero en Barcelona aún existe ese vacío que no lo llega a cubrir el argentino-ecuatoriano Matías Oyala.