La labor silenciosa de la CDP

La hegemonía deportiva de Pichincha en los últimos 10 años se sustentó en un criterio humanista dejando en segundo plano a la infraestructura.

Se priorizó el viaje de un técnico al de un dirigente. Se dejó la construcción de escenarios para proporcionar al deportista alimentación y hospedajes complementados por una preparación académica.

Concentración Deportiva de Pichincha acoge a 5 200 deportistas, quienes practican 42 disciplinas. 2 500 son seleccionados provinciales y tienen un seguro de vida y accidentes, mientras que 220 se alimentan y reciben un fondo para movilización.
Las exigencias para entrenar a tiempo completo obligó a optar un plan de educación a distancia mientras tutores de la facultad de Filosofía de la Universidad Central supervisan tareas y consultas académicas de los seleccionados.

La élite competitiva (37 atletas en 18 disciplinas) se hospeda en una residencia cómoda y recibe apoyo académico para estudiar en universidades.

Los deportistas de élite combinan sus agotadoras tareas con trabajos y posgrados exigentes. Viajan a diversas partes del mundo para alistarse a conseguir medallas bolivarianas, panamericanas y olímpicas con la ayuda para sus desplazamientos del Ministerio del Deporte que los incluye en el plan de alto rendimiento.

Una buena razón para alegrarse por el aniversario 91 de la Concentración Deportiva de Pichincha y el liderazgo de un médico, Aníbal Fuentes, quien visualizó hace 10 años la tendencia humanística.

Así se entienden los triunfos en 38 Juegos Nacionales y 18 en forma ininterrumpida. También se explica la aparición de 8 campeones mundiales y otro medio centenar de medallistas internacionales. Una labor silenciosa y eficiente.

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