El vuelco que dará la Selección empieza hoy. Gustavo Quinteros, un entrenador que pregona tratar bien el balón (léase: ordenado, desde la defensa y ser ofensivo) reemplaza a la estructura colombiana, que le dio los éxitos de las clasificaciones a tres mundiales al país.
Ese cambio lo liderará un entrenador que aplica un método de trabajo, en el que hasta abarca las minucias que se generan en un campo. Eso también genera expectativa en el país.
El primer paso es hurgar entre los futbolistas que terminaron distanciados después del mundial de Brasil 2014, llámense: Antonio Valencia vs. Frickson Erazo o Jefferson Montero vs. Erazo. Es necesario que ese capítulo se lo desmenuce y también se pongan las reglas claras de cómo van a funcionar los temas económicos en la Selección.
También es necesario agregar códigos para evitar que la concentración de la Tricolor se vuelva un mercadillo, en el que han desfilado los representantes de los seleccionados, patrocinadores… que usualmente originan distracciones en la plantilla.
Aquí, la dirigencia también tiene que participar y evitar las experiencias ocurridas en la anterior eliminatoria, en la que había seleccionados que solicitaron cambiar los horarios de entrenamientos para filmar comerciales de sus patrocinadores.
Vale recordar una frase que siempre le recalcaba el estratega colombiano Hernán Darío Gómez a los seleccionados, cuando dirigió a la Tri: muchachos, dinero ganan en los clubes. En la Selección se gana prestigio”.
Es necesario recuperar los principios del fútbol, de actitud, carácter y disciplina en los futbolistas, para encuadrarse en el complejo camino que se avecina en la Copa América (en Chile, en junio) y eliminatorias al Mundial de Rusia.
Y eso empezará esta semana con la primera convocatoria del ciclo del director técnico Gustavo Quinteros.