Joselito Cobo, empresario. Foto: Archivo EL COMERCIO
Joselito Cobo, un empresario de 47 años, se postula hoy 20 de octubre formalmente como candidato para asumir la presidencia de Deportivo Quito.
Él, junto a otros seis dirigentes, planean salvar al club azulgrana, que fue suspendido para el partido ante Emelec y corre el riesgo de perder la categoría en caso de que no pague las deudas para actuar en el torneo.
Cobo acude a las 16:00 de hoy a las instalaciones de la Asociación de Fútbol no Amateur de Pichincha (AFNA) para realizar su petición formal de que quiere hacerse cargo del cuadro azulgrana. El organismo citó a expresidentes, exdirectivos y socios del cuadro azulgrana a una Asamblea de ‘salvataje’ para el plantel chulla.
A esa reunión acude junto a Ricardo Acosta, expresidente de la ‘AKD’. El empresario aceptó ser el titular del conjunto quiteño luego de una reunión con exdirigentes del club que se realizó el viernes pasado. “Sabemos de la difícil situación, pero no es momento de lamentarse. Nos haremos cargo del equipo para evitar que desaparezca”, dijo a este Diario.
Cobo formó parte de la directiva de Fernando Herrera y Santiago Ribadeneira (expresidentes del Quito) y dice que es un hincha fiel de la ‘AKD’. Por ello, insiste en que buscará los recursos para cancelar los USD 270 000 y la indemnización por no presentarse al cotejo con Emelec, el domingo. De acuerdo a los cálculos, la indemnización es cercana a los USD 170 000.
Además, a los jugadores les deben sueldos atrasados. El equipo se entrena la mañana de hoy, en privado y espera una resolución sobre la nueva directiva y las cuentas pendientes por los salarios.
Santiago Ribadeneira, quien renunció a la presidencia el viernes pasado, calculó que el plantel debe USD 20,2 millones. De estos, USD 6 millones corresponden a demandas de jugadores y entrenadores.
Con estos problemas económicos, el Quito atraviesa la peor crisis de su historia en los Campeonatos ecuatorianos. El plantel tiene cinco trofeos nacionales. Los últimos tres títulos los obtuvo en el 2008, 2009 y el 2011.
Los dirigentes apuntan a que el endeudamiento nació con estos tres últimos títulos, en los que se elevaron el pago de los salarios y premios a los futbolistas.