Los ciclistas pasan por un carretero rústico en la localidad Pitirishca (Pastaza), en la séptima etapa que se corrió entre Macas y Puyo. Foto: EL COMERCIO
Una Vuelta al país en bicicleta es más que decenas de ciclistas sudorosos recorriendo carreteras por páramos, líneas costeras y zonas selváticas.
Detrás de los 57 deportistas que ayer partieron desde Macas al Puyo hay decenas de choferes, motorizados, comisarios, ayudantes y policías que colaboran con la realización de la Vuelta.
Si bien hay 10 vehículos autorizados (uno por cada equipo), cada conjunto tiene dos y tres autos que ayudan a llevar las bicicletas, los repuestos, las caramañolas (envases para los líquidos), las maletas de ropa…
En una de las etapas se registraron 65 vehículos que seguían a los concursantes. Entre esos carros están los tres patrulleros y las 11 motos de la Policía que dan resguardo y seguridad al evento itinerante.
A eso se agrega que entre 60 y 80 uniformados, en cada ciudad a la que llega el giro, colaboran en la logística.
A esos se suman las 10 motos de los Halcones, grupo de motorizados que ayuda a fotógrafos y comisarios a movilizarse.
Atrás del esfuerzo de todos los ciclistas están también los mecánicos, los masajistas y los entrenadores. También los organizadores, los 11 comisarios… Se estima que unas 250 personas acompañan la carrera.
Algunos colaboradores son muy experimentados, como Paulo Caicedo, del Panavial. El técnico del grupo que lidera la Vuelta fue dos veces ganador del giro y ahora tiene a tres de sus pupilos en la parte alta de la general. Ellos se movilizan en tres autos y buscan ganar la carrera en individual y por equipos.
En la competencia hay también conjuntos con directores menos curtidos, pero que se esfuerzan en cada jornada. Uno de ellos es Luis Alvarado, exárbitro profesional de fútbol.
El empresario, que tiene una fábrica de calzado en Guano, colabora con el grupo que representa a Cotopaxi. Él conduce un vehículo Spark. En el asiento trasero van llantas de repuesto para Fabián Vega, Bolívar y Fabián Chiluisa, los tres representantes de Cotopaxi. Ellos se aliaron al grupo de Pastaza, para competir en la Vuelta, del cual solo queda el cubano Yoandry Freire.
Por fortuna para el equipo más modesto de la prueba, ninguno de ellos ha sufrido un pinchazo en las llantas cumplidas las siete primeras etapas.
La carrera llegó a Puyo
David Villavicencio, de Concentración Deportiva de Pichincha (CDP), ganó ayer la séptima etapa que se cumplió entre las poblaciones amazónicas de Macas y Puyo.
El líder de las metas volantes empleó 2 horas, 58 minutos y 30 segundos en completar los 129,6 km. Con ese mismo tiempo ingresaron los restantes competidores del pelotón, pues los ciclistas que subieron ayer al podio se adelantaron en los metros finales.
El segundo lugar fue para José Bone, el esmeraldeño que se inició en el ciclismo en Quito. Tercero se ubicó Cléber Cuásquer, de Panavial.
A CDP le sientan bien los roles protagónicos. Ellos ya han ganado cuatro etapas y sus ciclistas trabajan con la finalidad de llevar a Villavicencio y Bone a la cima de las clasificaciones de metas volantes y por los puntos, en ese orden.
En la clasificación general, Richard Carapaz mantiene la camiseta amarilla de líder de la Sub 23 y además de los premios de montaña. En su equipo buscarán que él gane la edición 34 de la Vuelta al Ecuador.