Efrén Toala adoptó a una mascota en la feria “Dejando Huellas”, el 26 de julio de 2014. Foto: EL COMERCIO
A las 10:30, a Patucha le cambió la vida. Ya no estará más en un refugio, esperando ser adoptada.
Patucha, una perra mestiza de patas cortas y color caramelo, es una de las mascotas que este sábado 26 de julio estuvieron en la Feria de adopción de perros y gatos “Dejando Huellas”, que organizaron los estudiantes de cuarto año de la carrera de Relaciones Públicas de la Universidad Casa Grande de Guayaquil, junto a la Fundación Amigos con Cola.
Patucha no pudo mostrar su agradecimiento con palabras a su nuevo dueño, Efrén Toala, pero los estudiantes que la conocieron en el refugio, hace dos semanas -cuando comenzaron a organizar la feria-, sí agradecieron, y hasta dejaron salir lágrimas de alegría.
Gabriela Garzón, una de las estudiantes, dijo que la experiencia había sido tan enriquecedora, que ya están pensando en organizar más eventos como este.
Toala, que eligió a Patucha a penas la conoció, estaba feliz de tener nuevamente una mascota. “Tuve un perrito de 9 años que ya falleció, y cuando la vi a Patucha me lo recordó, era muy parecido”, contó Tola mientras acariciaba a la mansa Patucha.
Desde las 08:00 estuvo abierta la feria en la universidad, en el norte de la urbe, para los interesados en adoptar los perros y gatos que la fundación rescata, esteriliza y cuida en un refugio hace diez años. Javier Cevallos, que lidera la fundación, promueve este tipo de actividades porque asegura conocer la problemática en la ciudad.
“Hemos traído una mínima representación de la cantidad de perros y gatos que tenemos. Ya no estamos en condición de ir a buscar animales abandonados, porque la gente viene a dejarlos botados aquí, sobre todo gatos, y tenemos demasiados”, contó.
Los perros que estuvieron en la feria tenían entre 7 meses y tres años de edad. Aunque varios asistentes llegaban buscando cachorros, Cevallos indicó que seleccionaron a animales adultos porque son aquellos que la gente menos quiere llevarse del refugio y con el paso del tiempo envejecen sin haber sido adoptados.
“Queremos que la gente se acerque a esta realidad, que se den cuenta de que un perro mestizo o adulto no es menos que uno de raza o un cachorro, te van a querer igual, lo que buscas son compañeros que te den amor”, comentó Andrea Cortéz, estudiante de la universidad.
Cevallos añadió que aunque el manejo de fauna urbana es una competencia del Municipio de Guayaquil, el problema de sobrepoblación no se soluciona del todo; y cree que hacen falta más campañas de esterilización u otras actividades para lograrlo.
El proceso de adopción es sencillo. Marcel Zea, por ejemplo, llegó cerca de las 11:00 y se detuvo frente a la jaula en la que estaban unos cinco gatos recién nacidos. Miró a uno gris con rayas, de grandes ojos celestes, y lo escogió. En menos de 20 minutos se lo pudo llevar.
Para adoptar una mascota, explicó Cevallos, es necesario entrevistarse (conversar) con él o con alguno de los voluntarios. El objetivo es conocer las motivaciones de la persona que quiere adoptar y cerciorarse de que el animal tendrá un hogar seguro y apropiado para su tamaño, así como alguien que lo cuidará con amor.
Luego de la entrevista se debe firmar un contrato de adopción, en el que la persona llena sus datos personales, la información de contacto y se compromete a: alimentarlo, vacunarlo, esterilizarlo, darle atención veterinaria, no darlo en adopción a terceros, no cortarle el rabo ni las orejas, no dejarlos a la intemperie por tiempo prolongado, mantener un contacto cercano con la mascota y aceptar las visitas de control que hace la fundación.
Una vez que la mascota ha sido adoptada, la fundación hace llamadas y visitas de monitoreo para conocer la condición en la que vive el animal. Si hay alguna anomalía, la fundación se llevará a la mascota con el apoyo de la Comisaría de Salud.
La adopción no es la única forma de ayudar. Se puede apadrinar una mascota, firmando un contrato de compromiso para hacer una contribución económica mensual que puede ir de USD 10 en adelante; donar alimentos, medicina o implementos para mascotas; comprar las camisetas, revistas y libretas que hace la fundación con precios que van desde los USD1 o ser voluntario en la fundación, acudiendo a cuidar a los animales. Las personas interesadas en ayudar en cualquiera de estas formas pueden escribir a: amigosconcola@gmail.com