Durante el desfile las modelos sostuvieron pancartas en referencia a la campaña ‘HeforShe’ de la ONU. Foto: EFE.
Las calles de París, reconstruidas en tela bajo la cúpula del Grand Palais, fueron hoy (30 de septiembre) el escenario en el que Chanel mostró su colección de primavera-verano, que terminó como una manifestación por los derechos de las mujeres.
El modisto alemán Karl Lagerfeld, director artístico desde hace más de tres décadas de la casa fundada por Coco Chanel, acostumbra a trasladar a la pasarela cuestiones candentes de la actualidad francesa.
Si para apoyar la ley que autoriza el matrimonio homosexual llevó a escena en enero de 2013 a dos novias con un niño, en esta ocasión se hizo eco de la tensión generada entre la lucha por la igualdad, que abandera el gobierno socialista de François Hollande, y la reacción conservadora.
La aportación de Lagerfeld a este debate se materializó en un desfile que concluyó con la representación de una manifestación en que las modelos portaron megáfonos y pancartas. ‘Feminismo, no masoquismo’, ‘No estoy de rebajas’, ‘Sé diferente’, ‘La Historia es la historia de ella’ o ‘La libertad no obliga a la mujer a ser libertina’ fueron algunos de los lemas que se pudieron leer en el falso Boulevard Chanel.
“Me gusta mucho que Karl (Lagerfeld) tome partido por una mujer libre y que se siente bien consigo misma”, declaró a Efe la actriz hispano-francesa Astrid Bergès-Frisbey tras el espectáculo.
Sin embargo, otros mensajes como ‘Las señoritas primero’ o ‘Los chicos también deberían quedarse embarazados‘ distorsionaron el ideal feminista de lucha por la igualdad de oportunidades y no por la guerra de sexos.
El ‘girl power’ como estrategia comercial resonó como una particular interpretación de las palabras de la filósofa Simone de Beauvoir ‘La mujer no nace, se hace’, con las que se cerró el desfile.