Chris Dancy se define como el hombre más conectado del planeta

Chris Dancy utiliza más de 700 sensores, dispositivos y herramientas tecnológicas para registrar cada instante de su vida. Foto: Facebook de Chris Dancy

Chris Dancy utiliza más de 700 sensores, dispositivos y herramientas tecnológicas para registrar cada instante de su vida. Foto: Facebook de Chris Dancy

Chris Dancy utiliza más de 700 sensores, dispositivos y herramientas tecnológicas para registrar cada instante de su vida. Foto: Facebook de Chris Dancy

Chris Dancy de 45 años vive solo en Denver, Estados Unidos. Al despertarse, cada mañana, lo primero que hace es revisar la información que el dispositivo inteligente, Beddit, ha captado de sus horas de sueño. Así puede saber cuántas veces se movió en la noche, si hablo mientras dormía e incluso si rechino los dientes.

Estos datos se suman al extenso e interminable registro que mantiene de todos y cada uno de los detalles de su vida. En este sentido Dancy se define, así reza en su sitio web, como el ‘hombre más conectado del planeta’.

La lista de aparatos, artefactos y herramientas digitales que utiliza para medir cada aspecto de su vida es gigante. Lleva una cámara narrativa en su cabeza que cada dos segundos toma fotografías y las envía automáticamente a su smartphone, usa las conocidas Google Glass y un brazalete FitBit para medir su rendimiento físico.

Además, emplea un pulsioxímetro una vez al día para medir el nivel de saturación de oxígeno de la sangre, se pesa con frecuencia sobre una balanza FitBit Aria Wi-Fi y utiliza, inclusive un GPS Tagg para cuantificar las actividades diarias de su perro.

Como su cuerpo, su casa está repleta de dispositivos tecnológicos y es un evidente reflejo de su necesidad por no perderse ni un instante de su existencia. Las paredes de la oficina que acopló en su hogar, según se describe en un artículo de Mashable, exhiben un scrapbook de su vida: clavadas en ellas hay desde tickets de conciertos a los que ha asistido hasta imágenes de sus ídolos.

En cuanto a lo digital, por ejemplo, instaló un Netatmo para medir el ruido, la calidad del aire y la temperatura y gracias al sistema NetGear VueZone mantiene bajo vigilancia cada espacio de su acogedora guarida.

Incluso ajustó las luces para que funcionen como recordatorios visuales- al parpadear- de que debe reducir la velocidad y concentrarse en su respiración. Y es que las luces, como muchos otros elementos de su hogar, están conectadas a los ‘wearables’ que lleva consigo todo el tiempo.

Todo esto es solo un vistazo del nivel de conectividad que alcanza Dancy ya que según detalla en su página personal hace uso de al menos 700 sensores, aplicaciones, servicios y todo tipo de aparatos ‘wearable’ para analizar y rastrear variados ámbitos de su existencia.

Afirma que cuantificar cada aspecto de su día a día le permite “ver conexiones que datos que sin la ayuda de la tecnología no serían visibles y que resultan en mejoras dramáticas en su salud, productividad y calidad de vida”.

El utilizar ‘wearables’ y herramientas tecnológicas a un nivel extremo lo ha convertido por poco en una celebridad, ya que ha aparecido en las portadas de importantes medios, sobre todo aquellos especializados en tecnología, como Businnesweek Global Tech, Mashable y Wired.

Este hombre que bien podría ser considerado un cyborg aplica su pasión, quizás exagerada, por guardar información de las 24 horas de su vida hasta en su trabajo. Según un artículo de El Confidencial, “gracias a protocolos online como IFTTT, guarda todo lo que publica y lee en Internet, y luego puede utilizar herramintas de Google para buscar lo que quiera en esos archivos”.

Según se registra en una publicación de ABC de España este particular estilo de vida se disparó cuando se quedó sin trabajo porque una empresa tecnológica para que le trabajaba fue absorbida por una mayor. Al sentirse obsoleto optó por empezar esta especie de proyecto personal.

Esto ocurrió hace aproximadamente cinco años y fue motivado también porque se dio cuenta que a su médico le costaba mantener al día sus fichas médicas y porque le preocupaba que todo e trabajo que hacía en Internet se perdiera si había una caída en e servicio.

El origen de la extraña obsesión podría remontarse también a su niñez, cuando su padre hacía marcas en la pared para registrar su crecimiento con el paso de los años.

En la actualidad este cyborg se anuncia como un ‘cartógrafo de datos freelance’ y un especialista en análisis de datos para mejorar la productividad. De hecho, hay empresas que le pagan muy bien por este tipo de servicios.

Gracias a su peculiar estilo de vida adelgazó 45 kilos, aprendió a meditar y sigue hábitos alimenticios saludables. Todo queda almacenado en su Google Calendar, cada lugar que ha visitado, las personas que ha conocido y los restaurantes en los que ha comido. 

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