Se calcula que para el 2018, el 53% (2 000 millones) de la población de consumidores de Internet usará una nube personal para almacenar datos.
A la época del almacenamiento de información en disquete le vino la del CD. Y más tarde la del USB, que revolucionó la forma de portar datos. Por primera vez permitió, en dispositivos cada vez más pequeños, portar grandes cantidades de archivos de todo tipo.
Ahora, el mundo comienza a vivir un nuevo cambio de época; la de la nube. Se trata de un espacio virtual cuyo espacio depende del plan que adquiera el usuario (muchos son gratuitos) y que se puede acceder desde cualquier dispositivo conectado a la web.
El 2015 será clave para el mercado de la nube, que ya alentado el surgimiento de empresas especializadas en el servicio como Google Drive y Dropbox, de Microsoft, y también firmas especializadas en la seguridad de esa información que se sube a la red, como Cisco.
Esta última acaba de publicar un informe en el que se sostiene que el centro de datos global anual del tráfico IP alcanzará 8,6 zettabytes (715 exabytes [EB] al mes) a finales de 2018, frente a los 3.1 zettabytes (ZB) por año (EB 255 por mes) en 2013.
Esto implica que en tres años más, más de tres cuartas partes (78 por ciento) de las cargas de trabajo serán procesados por los centros de datos de nube en el mundo.
En Ecuador, las ciudades que más se involucrarán con la dinámica de la nube serán Quito, Guayaquil y Cuenca, según Cisco. Ahí se están impulsando procesos de ciudades inteligentes que implican, entre otras acciones, ampliar la capacidad de conexión pública y privada. Crear centros especializados de capacitación tanto para empresas, organizaciones e individuos y mayor infraestructura. Solo en Quito existen más de 100 puntos de conexión WiFi gratuitos.
El crecimiento de la nube en el mundo
Cisco calcula que para el 2018, el 53% (2 000 millones) de la población de consumidores de Internet usará una nube personal para almacenar datos, por encima del 38% (922 millones de usuarios) del 2013.