Unos 15 escritores de los pueblos originarios del mundo participarán en el Festival la Fiesta del Maíz, en Quito y Otavalo. Foto: José Mafla/ EL COMERCIO.
El huerto en que crecen plantas de amaranto y girasoles es el lugar preferido para leer o escribir de Achic Pacari Lema. Incluso, su nombre que en español significa:Luz del Amanecer, parece un poema.
Esta indígena otavaleña es una de 15 poetas y narradores que participarán en el Ritual de la Palabra: Saramama Raymi (Fiesta del Maíz, en quichua) 2015, que se efectuará este viernes 13 en Quito, y el sábado 14 en Otavalo, Imbabura.
Se trata del Festival Internacional de Literaturas de las Primeras Naciones de Abya Yala, que se efectuará en el país por cuarta ocasión.
La cita reunirá a escritores quichuas, shuar, tsáchila. También fueron invitadas Irma Bautista e Iliana Carabalí, representantes del pueblo afroecuatoriano.
Lema vive en la comunidad de Gualapuro, en Otavalo. Viste de anaco, una blusa bordada y una chompa jean. Tiene 18 años y ha participado en los tres festivales anteriores. Como las de la mayoría de autores indígenas, sus letras están inspiradas en la madre tierra y sus dioses milenarios. Sus creaciones literarias se han difundido en las antologías que quedan como testimonios de estos encuentros.
Precisamente, sus tres nuevos poemas: Soy Yo, Todos Hagamos Unidad y Lo que Perdimos, escritos en español y kichwa, están plasmados en una obra publicada por Abya Yala. Ahí también hay poemas y cuentos escritos en lenguas shuar, chafiqué, ayuú, de Venezuela, y náhuatl, de México.
La poeta otavaleña Achic Pacari Lema se inspira trabajando entre las plantas de amaranto y de girasoles.
Cuando la escritora era adolescente descubrió su pasión por las letras en las aulas del colegio Jacinto Collahuazo, de Otavalo. Ahí, escribió el cuento Un sueño sin barreras, que fue premiado con el segundo lugar en el concurso Nelson Estupiñán Bass; el motivo del poema era el racismo.
La poesía, los cuentos y narraciones en lenguas maternas deben sortear la falta de espacios para difundir su obra. “La literatura no es plurinacional”, comenta Lucía Lema, coordinadora del festival, comunicadora social, videasta y poeta. “Por eso, se han abierto espacios como este festival para incentivar, valorizar y difundir la producción literaria de autores de diferentes nacionalidades y pueblos del país”.
Lema cree que es necesario darle un lugar visible a la poética en lenguas nativas para mostrar que es parte de la literatura ecuatoriana. Para la shuar, Raquel Atun Tsamaraint, estos encuentros también son la única vitrina para divulgar su poesía y narrativa, inspiradas en leyendas de su pueblo. Sus escritos forman parte de cinco antologías, incluida la del festival internacional. El poema Psulkinua (Diosa del Agua, en shuar), es parte de un misceláneo internacional.
A esta madre de cuatro hijos y educadora, la cautivaron las fábulas que le narraba su abuela, Psapar, cuando era una niña. Sus escritos recogen los mitos de comunidades shuar como Tuna Chiwias, de la que es originaria la poeta. A Atun le gusta la agricultura; cultiva caña de azúcar, plátano, yuca…
Raquel Atun Tsamaraint se inspira en su pueblo para escribir sus poemas.
Pero no todos están tan dedicados a la tierra. Es el caso de Ali Lema Imbaquingo, poeta, músico y compositor quichua, oriundo de Peguche; él también se nutrió de las leyendas que le contaba su abuela Jesusa, que hoy tiene 104 años, y que acostumbraba llevarlo de pequeño a la cascada de su comunidad.
La vida de Lema está ligada a la cultura. Tiene 29 años y lidera la Escuela Comunitaria de Arte Kalle Huasi (Casa del Mañana), que promueve la difusión de instrumentos musicales. Él es autor de dos novelas: Aya Huma, Universo en Tela y Cuentos y leyendas de Sarau; además de escribirlos, empasta sus textos de manera artesanal en su casa.
La literatura indígena ecuatoriana tendrá se codeará con trabajos de otros países. Al festival Semilla del Maíz, por ejemplo. También han sido invitados Daniela Leyton, de Bolivia; Hilario Chacin, de Venezuela; Pedro Martínez, de México, y Asher Gutkind, de Francia
A pesar de los esfuerzos que se abren por masificar las letras en lenguas indígenas, Lucía Lema considera que aquí aún hay inequidad frente a las literaturas en español y en inglés.