El baúl no rompe el estilo contemporáneo presente en esta planta baja, lo refuerza. Foto: Alfredo Lagla, Vicente Costales/EL COMERCIO
Por mucho tiempo, baúles y arcones fueron elementos indispensables en el mobiliario del hogar.
Eran los multifunción de esas épocas y servían para casi todo: para guardar desde los objetos más preciados hasta los trapos sucios y los objetos obsoletos o fuera de uso.
Muchas familias poseen baúles que, ahora, atesoran como verdaderos trofeos. Y, literalmente, los han sacado de las bodegas para ubicarlos en los sitios de más exposición visual, explica Clara Vélez, propietaria de L’Etage, tienda ubicada entre Portugal y Catalina Aldaz.
L’Etage oferta cofres centenarios. Uno de ellos, de madera y cuero con perillas de bronce, tiene 164 años.
Es que una de las tendencias decorativas en alza es recuperar estos elementos del viejo mobiliario para decorar las estancias contemporáneas, explica Natacha Vivar, de Ziente-Dejavú de Cumbayá (José María Vargas, frente al reservorio).
Y ahora no solo se los utiliza como pie en las camas matrimoniales, sino como reemplazo de las mesas centrales de las salas, en los dormitorios juveniles o en los recibidores, como rincones muy estéticos.
Son ideales para guardar los juguetes de los hijos pues tienen una gran capacidad y permiten ordenar esas alcobas.
Otra función actual es hacerlos parte del armario, para guardar ropa que se usa de vez en cuando o, también, documentos y recuerdos.
Dejavú muestra baúles de madera, cuero, cuero de vaca al natural, ratán, metal…Claro, los arcones antiguos tienen una carga extra, explica Jaivir Hooda, indio propietario de Satya Decoraciones (www.satyaantiques.com), que tiene verdaderos tesoros antiguos traídos de la India, Paquistán y otros países.
En esa línea también camina La Étnica de Cumbayá (Francisco de Orellana, entre Salinas y Manabí).
Este almacén tiene un buen menú de baúles indios tallados totalmente a mano.
Pero el espectro decorativo de los baúles ha escalado nuevas gradas. Pigalle Galerie (Zaldumbide y Toledo, Quito) es un ejemplo.
Además de arcones antiguos, también ofrecemos otros de carácter, diseño y proyecciones más actuales, pertenecientes al taller Kare, explica Marisol Montalvo.
Esta galería ofrece cofres de cuero legítimo que tiene funciones diferentes: hay baúles-bar, baúles-cava y parecidos. Obviamente, explica Montalvo, se adaptan a cualquier estilo decorativo.