Tim Cook, el CEO de Apple, es amante de los deportes. Es escalador y ciclista. Es adicto al trabajo y le encanta tomar café y las barras energéticas. Foto: Archivo EL COMERCIO
Tim Cook no es como Steve Jobs. Su fuerte no es innovar, sino manejar la empresa con la precisión de un relojero suizo. Asumió las riendas de Apple como director ejecutivo interino en enero de 2011, cuando Jobs se retiró de la compañía, disminuido por el cáncer que lo aquejaba.
Por entonces, Cook sumaba 50 años (ahora tiene 53) y la firma de la manzana se había consagrado como una de las corporaciones más valiosas del mundo.
Cuando Jobs aún caminaba por los pasillos de las oficinas de Cupertino, se respiraba un aire de conflicto, de nerviosismo. Steve era un líder explosivo e intransigente con los errores.
Cook es diferente. Desde que llegó, ha abogado por unir los departamentos de Apple y por favorecer el trabajo en equipo. Su visión ha ganado fuerza en las oficinas de Apple.
“Antes de su asunción como cabeza de la firma, la fuerza de trabajo se encontraba dividida en grupos especializados en hardware, software, diseño, mercadeo y finanzas, todos trabajando de forma separada y compartiendo muy poca información entre ellos”, consigna una entrevista publicada por Bloomberg en septiembre de este año.
En la era de Cook las reuniones cambiaron de estilo. Con Jobs, los ejecutivos de la firma se concentraban en soluciones para mejorar el producto. Rara vez se hablaba de ‘ingresos’ o de ‘ganancias’.
Con Cook, el enfoque ha sido diferente. Aunque el producto sigue siendo eje de los diálogos, la disciplina financiera se ha transformado en un baluarte esencial de los debates corporativos internos.
La personalidad fría de Cook siempre contrastó con los bríos emocionales de Jobs. Cabe retomar una figura que evoca Bloomberg en la entrevista ya mencionada: Cook era como Spock y Jobs era Kirk, personajes de Star Trek.
No obstante, las diferencias los unieron. Cuando Steve Jobs entrevistó a Tim Cook para asumir el cargo como director de operaciones, se sintió conectado con su talante imperturbable.
Cook venía de trabajar en Compaq como vicepresidente corporativo de Materiales. Rick Devine narró a The Wall Street Journal, en 2009, que Jobs apeló a toda su capacidad persuasiva para convencer a Cook. Devine formaba parte de la cazatalentos Heidrick & Struggles y se encontraba supervisando el proceso de contratación.
No era fácil convencer a Cook para que dejara las filas de Compaq, por entonces líder del mercado de venta de computadores. Apple tambaleaba, su acción se cotizaba en apenas USD 20. Jobs le vendió un futuro prominente a bordo de Apple y le dijo que la acción llegaría a los USD 100 por unidad.
La labor de Cook se centró en optimizar la cadena de valores de Apple. Para ello, cerró fábricas y bodegas. En su lugar, contrató a manufactureras externas y acercó a los proveedores de materiales a las plantas de ensamblaje de los productos.
Una de sus virtudes como líder corporativo reside en su habilidad para responder de forma ágil a las tendencias del mercado. En 2006, fue el responsable de introducir procesadores Intel a la línea de computadores de Apple.
Su habilidad para optimizar los procesos y su orientación a impulsar las ganancias lo llevaron a convertirse en el jefe mundial de Ventas y de la división de Machintosh en 2007.
Conectar y acercar a las unidades del negocio ha sido su impronta. No es jefe lejano a sus empleados. Incluso se toma ‘selfies’ con ellos y siempre se encuentra dispuesto a responder sus dudas.
Sus empleados, no obstante, temen a sus prolongados silencios, tan intimidantes como alguna vez fueron las explosiones emocionales de Jobs. Es exigente, tanto como su predecesor. Él es, en sí mismo, una tensa calma.
Sobre su homosexualidad y sus intereses
Tim Cook declaró su homosexualidad y causó revuelo. No era del todo un secreto. Varios medios ya habían especulado con ello en años anteriores. Fue incluido en la lista de los ’50 gais más poderosos’ publicada por The Huffington Post. Cook se ha mostrado como férreo defensor de las causas de la comunidad LGBTI en ocasiones anteriores.
En noviembre de 2013, escribió una columna en The Wall Street Journal defendiendo la igualdad de derechos para la comunidad LGBTI.
En diciembre de ese mismo año, ofreció un discurso en la Universidad de Auburn donde habló de forma abierta sobre su condición sexual. “Desde mi juventud he experimentado muchos tipos de discriminación y todos ellos se encuentran enraizados en el miedo de personas que eran diferentes a las mayorías”, declaró en esa ocasión.
Video: YouTube, canal: Auburn University
Cook ama el deporte, es escalador y ciclista. Todos los días se levanta a las 04:30 para iniciar la jornada. A las 05:00, inicia una rutina de ejercicios. Es descrito como un hombre adicto al trabajo. Le encantan el café y las barras energéticas (las consume con regularidad durante las reuniones laborales).
Se ha declarado, en más de una oportunidad, como un admirador de la disciplina deportiva de Lance Armstrong. Hasta su corte de cabello se inspira en el del otrora siete veces campeón del Tour de Francia.
En política, guarda aprecio por Robert Kennedy, hermano del presidente número 35 de los Estados Unidos, John F. Kennedy, asesinado el 22 de noviembre de 1963.
En términos de relaciones sociales, es descrito como una persona con la que resulta difícil entablar una amistad. No es un hombre de besos y abrazos, tampoco muestra enorme interés en otras personas, según un antiguo compañero de universidad. Se desconoce si tiene pareja.
Cook estudió ingeniería industrial en la Universidad de Albuburn en 1992 y completó un MBA en la Universidad de Duke en 1988. Nació en Mobile, Alabama, EE.UU. Su padre trabajaba en el puerto de la ciudad. Su madre atendía en una farmacia.
Fue empleado de IBM por 12 años después de graduarse. En 1996, dos años de ingresar a Apple, sufrió esclerosis múltiple. Su batalla contra la enfermedad, según sus palabras, le dio parte del temple que lo caracteriza.