La batalla contra el cáncer mejora el índice de sobrevivencia en el país

Un agasajo en Quito por Navidad hizo la Fundación Jóvenes Contra el Cáncer para quienes enfrentan esta enfermedad. Foto:Patricio Terán / EL COMERCIO

Un agasajo en Quito por Navidad hizo la Fundación Jóvenes Contra el Cáncer para quienes enfrentan esta enfermedad. Foto:Patricio Terán / EL COMERCIO

Un agasajo en Quito por Navidad hizo la Fundación Jóvenes Contra el Cáncer para quienes enfrentan esta enfermedad. Foto:Patricio Terán / EL COMERCIO

Era julio de 1996, un día antes de elecciones presidenciales. Jorge Villacís Jiménez tenía en mente a su candidato, pero sus planes cambiaron tras una visita al médico. Le diagnosticaron un linfoma. El pronóstico: solo tres meses de vida.

“Me hicieron biopsias, 12 quimioterapias, perdí el cabello, era un esqueleto y cada día empeoraba. Hasta me pusieron los santos óleos”, recuerda 18 años después. “Me aferré a Dios y confié en los médicos. Pasaron tres meses, luego iba cada semana, después cada mes…”.

En 2007 el cáncer reapareció y afectó a su próstata. “Pero también sobreviví. Ahora solo voy a controles cada año”.

Verónica Yupanqui camina serena por el Malecón 2000. Su rostro refleja paz, pese a que hace 10 años una noticia la alteró. “Me diagnosticaron cáncer de mama. Pasé por radioterapias, varias cirugías, fue horrible”. Tenía 24 años.

El diagnóstico para María Eugenia Guerrero, en cambio, llegó cuando tenía 36 años. “Estaba muy débil. “Tuve complicaciones para dar a luz a mi hija. Al cabo de un tiempo me pusieron algunas pintas de sangre y mis plaquetas no subían… tenía leucemia linfoblástica aguda”. Eso fue hace ocho años y ahora solo acude al hospital para consultas de rutina.

Las historias de Villacís, Yupanqui y Guerrero se suman a las de cientos de personas que lograron superar el cáncer. La detección oportuna, el tratamiento adecuado, el apoyo familiar y la fe influyeron.

Casos como estos integraron el estudio internacional Concord-2, publicado en la revista médica The Lancet, que analizó 279 registros de cáncer (10 tipos de la enfermedad), reportados entre los años 1995 y 2009, de 67 países del mundo incluido Ecuador.

Ahí se revela que hay una supervivencia de cinco años tras el diagnóstico en los cánceres de colon, recto y mama. Sin embargo, los cánceres de pulmón e hígado siguen siendo letales.

Por el país participaron los hospitales de la Sociedad de Lucha contra el Cáncer de Guayaquil, Quito y Cuenca, que atienen al 34% de la población nacional. Se enviaron 35 400 registros de personas con cáncer y luego de la evaluación fueron incluidos 28 400 en Concord-2.

Los nombres de Leyda Jaramillo, jefa del Departamento de Gestión de la Información y Productividad de Solca Guayaquil; y de Rina Quinto, coordinador de Registro de Tumores, aparecen en la publicación.

“Solo en el último período (2005-2009) se comprobó que de cada 100 pacientes con cáncer de próstata, 92 sobreviven más de cinco años; en mama, 83; en colon, un 68%; en cérvix, 62%; y recto, 52%... Algunas cifras son casi iguales a países de Europa y América del Norte”, explica Jaramillo.

Mayor acceso a tratamientos, medicación avanzada como los biológicos y tecnología moderna son para Quinto la clave de estos resultados. En pacientes con cáncer de mama usan fármacos subcutáneos (una especie de quimioterapia en forma de vacunas), más rápidos y efectivos. Solca además cuenta con el equipo PetScan, para detectar células cancerosas o metástasis con más efectividad.

“Este estudio de sobrevida está marcado por un período en el que todavía no existía la gratuidad en salud en el país. Se esperaría que en los próximos años las cifras sean mayores”, recalca Quinto.

Ambas coinciden en que este estudio es una herramienta para impulsar políticas más efectivas. Cada año, en el mundo se reportan más de 8 millones de muertes por cáncer. En 2012 se detectaron 14 millones de casos y en las próximas dos décadas se prevé que sean más de 22 millones, según la Organización Mundial de la Salud.

César Paz y Miño, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la Universidad de las Américas, señala que en Ecuador, durante los años 80, la tasa de mortalidad del cáncer era del 6% . Para el 2011 subió a 14%. Los cánceres más frecuentes son mama, piel, próstata, gástrico. El costo del tratamiento, es de hasta USD 15 000.

En un congreso sobre genética, en octubre, el investigador dio pautas de un estudio que busca delinear el mapa genético del cáncer en Ecuador. Si algo caracteriza genéticamente a la población es su polimorfismo (interétnica). De ahí que investigan cada grupo poblacional en relación con variantes genéticas que podrían relacionarse con el desarrollo y predisposición de cáncer.

“Sabemos que entre el 90 y 95% de los cánceres son esporádicos y de 5 a 10% son hereditarios. El fundamento del cáncer está en los genes”.

Para Villacís, Yupanqui y Guerrero, mientras más estudios aporten a mejorar las terapias contra el cáncer mejorará también la calidad de vida. Villacís acabó de cumplir 86 años, ha visto a sus cinco hijos convertirse en profesionales y comparte el tiempo entre sus 21 nietos y 12 bisnietos. Yupanqui agradece cada día las fuerzas que tiene para seguir trabajando y Guerrero disfruta ver crecer a su hija Paula, que hoy tiene 10 años.

FRASES
“Me diagnosticaron cáncer de mama. Pasé por radioterapias, varias cirugías, fue horrible”.
Verónica Yupanqui

“Me aferré a Dios y confié en los médicos. Pasaron 3 meses, luego iba cada sema, cada mes...”
Jorge Villacís

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