Los trabajadores de Conecel (Claro) en Guayaquil usaron su horario de almuerzo para realizar una actividad diferente este viernes 5 de agosto del 2014.
A las 13:00, vestidos de negro y con globos de ese mismo color, caminaron desde el edificio matriz de Claro en Guayaquil, en la avenida Francisco de Orellana, hasta el edificio del Gobierno zonal para protestar con un plantón en contra de la propuesta de ley que plantea reducir sus utilidades del 15 al 3%.
“La ley de telecomunicación vulnera nuestros derechos” y “respeten el Código de Trabajo”, se leía en las hojas blancas que los empleados portaban junto con los globos negros.
Los trabajadores están preocupados, pues aunque el presidente Correa recibió a los representantes de las operadoras el 18 de agosto en Carondelet, el pasado lunes anunció que con el 12% de las utilidades se planea entregar un millón de tablets a estudiantes del sector público.
“No se trata de convencer a nadie, sino de que se respeten nuestros derechos. Hay organismos y fondos para los proyectos que quiera hacer el gobierno”, dijo Sugey Mendoza, vocera de los trabajadores.
David Álava, uno de los trabajadores, recordó que hace un par de días escribió un tweet para el presidente Correa, esperando que comprenda sus argumentos. “Me respondió de manera irónica, nosotros tenemos cordura para responder”, dijo.
Con el hashtag #YsitepasaAti, añadió, él sus compañeros han tratado de dar a conocer sus argumentos, pues varios trabajadores han recibido agresiones verbales.
“Tenemos casos de compañeros que les gritan: ‘ladrones’, tienen que esconderse la credencial o virarse el chaleco para que no los identifiquen por el uniforme. Siento que no hay respeto; la gente interpreta mal el mensaje del Gobierno y creen que nosotros estamos robando. La empresa paga por uso de espectro, paga concesiones, está todo pagado”, contó Johnny Valenzuela.
Bryan Zambrano, vocero de los trabajadores en Guayaquil, mencionó que continuarán realizando este tipo de actividades. A las 13:30, ya estaban retornando al edificio, para continuar con sus labores. Este día no hubo tiempo para almorzar.