Los trabajadores detuvieron ayer el transporte público y algunas fábricas en Portugal, y miles se manifestaron contra las medidas de austeridad fijadas por el Gobierno de centroderecha para alcanzar las metas presupuestarias impuestas por el rescate de la Unión Europea y el FMI.
Portugal debe cumplir con las condiciones del rescate de 78 000 millones de euros diseñado para mantener al paÃs a flote y ayudar a contener la crisis de deuda de la eurozona, pero el recorte de gastos ha sumido al paÃs en su peor recesión en décadas.
Miles de personas se manifestaron en Lisboa, muchos gritando: “España, Grecia, Irlanda Portugal, nuestra lucha es internacional”, en referencia a los recortes en toda Europa. “Que paguen los banqueros”, indicaban algunas pancartas.
Para complicar el escenario, Fitch Ratings rebajó ayer la calificación de la deuda portuguesa a un grado considerado basura. La PolicÃa retiró a miembros de piquetes para permitir que unos pocos autobuses y camiones de basura salieran de los garajes, pero aparte de algunos empujones, no hubo violencia.
Los servicios mÃnimos se mantuvieron por orden judicial. Los aviones se quedaron en tierra, los trenes se detuvieron y la mayorÃa de servicios públicos vieron alterado su funcionamiento.
Los trabajadores demostraban su oposición a la destrucción de empleo, los recortes de salarios y subidas de impuestos pactados entre Portugal y la “troika” de prestamistas: la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional. “Existe una fuerte sensación de atropello, que nos tiene que hacer reflexionar mucho sobre la situación”, dijo Manuel Carvalho da Silva, dirigente del sindicato CGTP, compuesto por 750 000 miembros.
El Gobierno insiste en que no hay alternativa a una dolorosa austeridad, que incluye la reducción de las bonificaciones y las vacaciones de los funcionarios públicos. Las reformas incluyen recortes de gastos en todo tipo de partidas, desde los servicios médicos a la televisión pública. También se ha ampliado la jornada laboral en media hora.