Chequeos para detectar el cáncer de mama. Foto: Archivo / EL COMERCIO
El 48,5% de los casos nuevos de cáncer que se detectaron en Quito, entre el 2006 y 2010, corresponden a pacientes de distintas partes del país, según la última estadística publicada por Solca Quito. En la capital se concentra una demanda creciente de servicios de oncología, sin embargo 10 instituciones hospitalarias, entre públicas y privadas, son las que más tratan esta enfermedad, que se ha ubicado como una de las primeras causas de muerte y que hoy en todo el mundo se celebra su día.
El aumento de casos en la capital se debe, principalmente, por el incremento real en el riesgo de la población que ha crecido en la última década; una mayor vulnerabilidad relacionada con el la esperanza de vida cada vez mayor. Sin embargo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente un 30% de las muertes por cáncer se deben a: factores de riesgo comportamentales y alimentarios (índice de masa corporal elevado, consumo insuficiente de frutas y verduras, falta de actividad física y consumo de tabaco y alcohol) y, por lo tanto, pueden prevenirse.
La tasa de incidencia, en Quito, subió de 143 a 181,2 casos por cada 100 000 hombres y de 165,5 a 182,6 por cada 100 000 mujeres. Esta tasa es todavía relativamente baja comparada con otros países. La capital se ubica en el puesto 55, en varones, y 70 en féminas. Esta estadística es de 70 ciudades del mundo, que publican sus datos.
Más de 25 millones de personas en el planeta son casos prevalentes y reciben atención por ese padecimiento. La recomendación más importante de la OMS a escala global es no fumar, pues es una de las principales causas. Hay 13 tumores asociados al tabaquismo y 30% de las muertes se relacionan con el consumo crónico de tabaco”. Otras causales son las infecciones, como la derivada del Virus del Papiloma Humano (VPH), que genera cáncer cérvico-uterino, y para el cual ya existe una vacuna que controla ese microorganismo en etapa temprana. La hepatitis B, que puede provocar cáncer hepático, mientras la gastritis crónica, causada por la bacteria Helicobacter pylori, es factor de riesgo para el gástrico.