El club durante sus entrenamientos en Carcelén. Foto: Archivo
Deudas a futbolistas y entrenadores, obligaciones pendientes con el Servicio de Rentas Internas (SRI), el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), la Ecuafútbol y la FIFA, letras de pago extendidas a dirigentes, demandas de acreedores…
Estas son algunas de las cuentas que provocan dolores de cabeza a los dirigentes del Deportivo Quito y que mantienen al club con una deuda de USD 20 211 000. Esteban Pacheco, expresidente del plantel, explicó en una entrevista de hace dos meses a este Diario que el déficit de la ‘AKD’ bordeaba los USD 10 millones.
La cifra de 20,2 millones aparece en un informe elaborado por Santiago Ribadeneira –presidente del club azulgrana- y su grupo dirigencial. En este documento, al cual tuvo acceso este Diario, también se toma en cuenta montos que se adeudan a futbolistas, quienes aún no realizan demandas ante los organismos deportivos.
Ante este panorama, Ribadeneira se fijó un plazo: el 12 de septiembre para que la FIFA, la FEF y la AFE acepten una moratoria de pagos de un año por las demandas de DT y jugadores. Además, que los exdirigentes se comprometan a condonar el 100% de sus deudas….
“Esa es la única forma de salvar al club. No hay otra opción por lo que rogamos a las instituciones que nos concedan el pedido para que el club no quiebre”, exhortó Ribadeneira.
El dirigente también reveló a este Diario que se solicitará que -en 10 días- ex directivos y acreedores ordenen la liberación de la taquilla incautada por AFNA, entre otros puntos.
Si no se aceptan estos pedidos, la directiva solicitará el cese de pagos y convocará una Asamblea para anunciar la quiebra del club.
La actual directiva defiende que antes de asumir el mando (el 8 de agosto) solicitó el detalle sobre las deudas. “Las acreencias del club son superiores al 200%, que es distinta a la información que nos dieron antes de ser electos”.
Antes de ese proceso, la Asociación de Fútbol No Amateur de Pichincha (AFNA) tomó el mando del plantel. Esto por la renuncia de Pacheco a la Presidencia del equipo.
AFNA defiende que los dirigentes sí conocían montos de las deudas relacionados con la incautación de dinero generado por las taquillas del plantel en los encuentros de local en el estadio Atahualpa. “Cuando llega una orden de incautación de la taquilla, los jueces lo hacen a través de AFNA e inmediatamente determinan un alguacil que va chequeando todas las taquillas y sus liquidaciones. Todos esos aspectos yo los envíe al Quito”, explicó Galo Barreto, gerente del organismo.
Él confirmó que estos montos se retienen al equipo por procesos entablados con acreedores. Uno de estos tiene que ver con el juicio interpuesto por Edisson López, en septiembre del 2010. El proceso estableció que se deben retener USD 412 900 de taquilla al equipo más el 10% de ese monto.
Los apuros de la ‘AKD’ también incluyen demandas de futbolistas, exentrenadores y exdirigentes. En esa lista están jugadores como Giovanny Espinoza y Giovanny Caicedo, campeones con el club en la temporada 2011. También hay letras de pago extendidas a dirigentes y extécnicos como Juan Carlos Garay. Este Diario intentó contactarse con los dirigentes que aparecen como acreedores, pero no tuvo éxito.
Garay indicó que desistió de cobrar los pagarés y acordó un plan de pago de sus salarios atrasados. “Por ayudar al equipo me tocó retirar (los pagarés)”. Él espera conocer el 12 de septiembre la forma en que los dirigentes le pagarán los sueldos atrasados de este año y del 2013.
¿Y la situación actual? El club no puede obtener dinero de los auspiciantes porque no existen documentos de los contratos y, también, por las deudas que la ‘AKD’ mantiene con el IESS, según los dirigentes. Esto último constituye un impedimento para realizar trámites. Además, el club no ha podido cobrar las mensualidades de los patrocinadores Tame y TC Televisión.
Otra fuente de ingresos pendiente es que la Universidad SEK cancele la totalidad de los pasivos que el club adquirió durante la administración de esta entidad, en el 2010. “Ellos (SEK)están en la obligación de cumplir el compromiso”, dijo Ribadeneira.