El portal digital de EL COMERCIO entrevistó a Santiago Ribadeneira, ex presidente de Deportivo Quito hoy, 23 de octubre.
El ex dirigente explicó los detalles y los aspectos claves de la crisis económica e institucional de los azulgranas, que estuvieron a punto de perder la categoría por la falta de recursos.
Ribadeneira llegó a las instalaciones del GRUPO EL COMERCIO y desde las 12:00 explicó la actual situación del club quiteño.
“Se necesitan dirigentes, personas valerosas. Lo que está pasando, está dañando al fútbol ecuatoriano” sostuvo.
Entre los puntos más relevantes de su intervención se destacan:
El apoyo a la gestión de Joselito Cobo actual presidente del Deportivo Quito.
El Modelo paternalista implantado por la FEF, en donde se somete a los equipos “está caduco” mencionó. “Debe implantarse un nuevo modelo en donde los clubes puedan transformarse en Sociedades Anónimas”. Además, Ribadeneira es partidario de los nuevos modelos de gestión en el fútbol latinoamericano.
En cuanto a la decisión de Luis Chiriboga, presidente de la FEF sobre la Liga Profesional de Fútbol, Ribadeneira fue enfático en señalar que “Chiriboga sostendrá a los equipos en crisis hasta la elección a realizarse en enero. Es mi punto de vista. Yo creo que por cuatro años más la idea de la Liga de Fútbol Profesional estará sepultada”.
El empresario renunció el viernes 17 de octubre a la presidencia de los azulgranas al aducir que los acreedores no aceptaron su plan de moratoria de las deudas que incluía la construcción de un proyecto inmobiliario en el complejo de Carcelén.
Ribadeneira es uno de los actores claves en la crisis de los azulgranas. Él, y su grupo de colaboradores, calcularon que el plantel tiene una deuda de USD 20,2 millones. Según el empresario, USD 14 millones corresponden a deudas no comprobadas. Es decir, demandas que no han sido verificadas .
Joselito Cobo, el nuevo presidente de los azulgranas, pidio adelanto de los montos de derechos de televisión de este año para cancelar una deuda y con esto levantar la sanción que le impedía al club jugar el torneo. Ribadeneira no utilizó este monto para pagar las deudas.