Julia recuerda que uno de los momentos más crÃticos fue cuando respirar le resultaba muy difÃcil. Foto tomada de la página web de la BBC
A Julia, que vive en Singapur, le diagnosticaron covid-19 el pasado 8 de febrero del 2020 y nueve dÃas después fue dada de alta. Aunque hay miles de personas que se han recuperado de la enfermedad, son pocos los que comparten públicamente su experiencia por temor a ser discriminados pero la mujer decidió contar su historia a la BBC.
En su testimonio, Julia contó al medio británico que al principio no tenÃa ni siquiera estornudos o tos pero el 3 de febrero tuvo un poco de fiebre y recuerda haber dormido todo el dÃa.
El 7 de febrero en la mañana, al despertarse, dice la mujer, “sentà que la habitación daba vueltas”. Al siguiente dÃa, 8 de febrero, le diagnosticaron covid-19 y fue puesta en aislamiento.
El aislamiento, dice, es básicamente estar solo entre cuatro paredes. “Me pasaban la comida, mi medicación, mi ropa y mi toalla por una puerta que comunicaba a un receptáculo cerrado”.
Julia señala a la BBC que tenÃa un teléfono del que podÃa enviar textos o hacer videollamadas, pero al encontrarse sola y sin poder poder interactuar con otras personas, “me daban ganas de golpear la pared y charlar con el paciente de la habitación vecina”.
La mujer recuerda que uno de los momentos más crÃticos fue cuando respirar le resultaba muy difÃcil, “sentÃa que mis pulmones no iban a responder”, dice y agrega que estaba haciendo mucho esfuerzo. “No era como un dÃa normal en que no te das cuenta de cómo respiras”.
Para Julia, ir de la cama al baño, que estaba a tan solo unos cinco metros de distancia, significaba un gran esfuerzo, era un desafÃo.
Nueve dÃas después la mujer fue dada de alta, los médicos le dijeron que ya está completamente recuperada.
Ahora Julia se pregunta qué pasará a largo plazo. “Lo único que sé, es que ahora no puedo caminar por mucho tiempo, sencillamente porque me falta el aire, cuando lo hago, necesito sentarme y eso es algo que nunca antes me habÃa pasado”, afirma.
Julia concluye su testimonio a la BBC mencionando que la preocupación de las personas es porque, en este momento, se sabe muy poco sobre la enfermedad, “y me parece que cuando hay miedo -ya sea a nivel individual o a una escala mayor-, esto genera mucha ignorancia y muchos prejuicios”.