Richard Nixon ha sido portada del cómic Spiderman, su cabeza ha sido conservada en la serie ‘Futurama’ y ha aparecido en varios capítulos de ‘The Simpsons’.
Hace cuatro décadas una noticia se hacía eco en la prensa, la radio y la televisión en muchos rincones del planeta. Richard Nixon se había convertido en el primer Presidente de los Estados Unidos en renunciar a su cargo.
El 9 de agosto de 1974, el entonces Mandatario se presentaba derrotado ante la prensa y el pueblo de su país para lamentar sus errores y abandonar la Casa Blanca.
Pero la huella de Nixon quedó grabada en el imaginario colectivo de una nación que entonces se sumía en una crisis institucional y moral y que hasta hoy debate el papel de un Presidente que se hizo de varios triunfos en economía interna, así como en política exterior; pero que se contradecía con los actos de corrupción y una desmedida ambición de poder. Despropósitos visibles a partir del caso Watergate.
Aunque Nixon nunca fue condenado por los delitos de los que fue acusado (obstrucción a la justicia y abuso de poder) se ha inscrito como una de las figuras políticas más controversiales de la historia americana.
Así se ha convertido en un ícono de la cultura pop, y ha inspirado la producción de un sinnúmero de productos que van de la literatura al cine pasando por la música y la televisión.
Una vez en el retiro, el propio Nixon se encargó de contar su versión de los hechos en el libro ‘Las memorias de Richard Nixon’ (1978), en el cual se confiesa como una víctima del caso Watergate.
Un intrincado ovillo que se fue deshilvanando con los años y las publicaciones de escritores como Mónica Crowley (‘Nixon in winter’), John Dean (‘Blind Ambition’), William Safire (‘Before the fall’) hasta el retrato familiar coescrito por su hermano menor (‘The Nixons’).
La sombra de Nixon también ha estado presente en la industria musical, donde caben desde menciones en canciones como We didn’t start the fire, de Billy Joel, o President’s song, de la serie animada ‘Animaniacs’, hasta dedicatorias completas como la del británico Elton John en su tema Postcards from Richard Nixon, en la cual se cuestiona su mandato.
Más caricaturesca ha sido su representación en la novela gráfica ‘Watchmen’, así como en su recurrente presencia en ‘Futurama’ y ‘Los Simpson’ donde su creador, Matt Groening, ha reconocido su obsesión por el político.
Pero ha sido en la industria audiovisual donde el defenestrado Mandatario se ha convertido en la obsesión de muchos escritores, directores y actores que han inmortalizado su figura en memorables representaciones.
Actores como Frank Langella y Anthony Hopkins asumieron el reto y llevaron al cine dos de las mejores interpretaciones que se han hecho del ex Presidente, ratificadas con sendas nominaciones al Oscar en la categoría de Mejor actor principal.
Sin embargo, los enfoques y perspectivas también han apuntado las cámaras sobre los personajes y hechos que circundaron a su mandato.
En 1976, Dustin Hoffman y Robert Redford, en ‘Todos los hombres del presidente’, se convirtieron en los periodistas que revelaron el sistema de escuchas ilegales que se había instaurado en la sede del Partido Demócrata.
En el 2004, Sean Penn se transformó en el hombre que intentó matar al presidente (‘El asesinato de Richard Nixon’); y en el 2008, Michael Sheen encarnó a David Frost, quien obtuvo las primeras declaraciones de Nixon luego de su renuncia.
Los datos
Richard Milhous Nixon nació el 9 de enero de 1913 en Nueva York, en el seno de una familia de agricultores.
Se enlistó en la Marina en 1942 y sirvió durante la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico Sur. Fue congresista, senador y Vicepresidente.
Llegó a la Presidencia en 1968. Fue reelecto en 1972 y anunció su renuncia en 1974. Murió a los 81 años tras un derrame cerebral.