Mesura y coherencia
La renuncia del doctor Roberto Izurieta del cargo de Secretario General de Comunicación de la Presidencia, cuyo nombramiento fue un acierto debido a su formación y experiencia, ha llamado la atención de quienes conocemos su capacidad y magnífico desempeño, lo cual nos lleva a creer que las cosas no se están manejando con mesura en Carondelet.
Esta lamentable baja en el grupo cercano al presidente Noboa, genera incertidumbre en quienes queremos confiar en su gobierno, y muy a pesar nuestro, favorece a la oposición en su repudiable y permanente propósito desestabilizador, puesto que esta no necesitó inventarse ningún pretexto para, en algún momento, enjuiciarlo y quemar un funcionario “fusible” -como es su costumbre- tratándose de un asesor de elevado nivel.
A esto, se suma la decisión de corte dictatorial de impugnar a un partido político que fuera afín al régimen, sin que existiere una razón legal de peso, como es el caso de Construye, cuya máxima dirigente la doctora María Paula Romo, considerada una representante política de trayectoria democrática, con dotes de estadista y conocedora de la realidad ecuatoriana (pese al malsano criterio de sus detractores), podría ser considerada presidenciable en un futuro cercano.
Así las cosas, surge la incógnita de cómo y con quiénes se aliará el presidente Noboa, para su campaña electoral que buscaría su reelección en el 2025, con la agravante del corto tiempo que le queda; por tanto, sería saludable que el Gobierno nos muestre un panorama político claro y con una imagen fortalecida, que inspire confianza por sus acciones que deberían ser cada vez más coherentes y con perspectivas bien orientadas, que marquen la diferencia con las de otros gobernantes recientes, que se obnubilaron en el camino y no supieron interpretar las verdaderas aspiraciones de la comunidad ecuatoriana.
Leonardo Cueva Piedra