El Gobierno de Ecuador cerrará los consulados en Ciudad de México y Monterrey. La medida, que entrará en vigencia desde este jueves 16 de mayo de 2024, se adoptó por la ruptura de relaciones con México.
Quienes requieran los servicios consulares deberán dirigirse a las oficinas ubicadas en Ciudad de Guatemala y en Houston y Phoenix (Estados Unidos).
Los grandes perjudicados son los ciudadanos ecuatorianos que residen en ese país norteamericano. Para tramitar sus pasaportes u otros documentos deberán incurrir en más gastos o largos desplazamientos.
Pero hay otro grupo de ecuatorianos que será más vulnerable de lo que ya es ahora: los migrantes ilegales que viajan a Estados Unidos.
Esa población que va en crecimiento. Los ecuatorianos son la tercera nacionalidad de migrantes irregulares que más han sido interceptados en México durante el primer trimestre de 2024.
Fueron 36 956 ecuatorianos interceptados en este período, según un informe mexicano. Solo le superan los venezolanos y hondureños.
Son esa población que no tuvo una oportunidad en Ecuador y para quienes no existe una política estatal. Ellos, por el contrario, son un actor importante que mantiene nuestra economía dolarizada.
Los migrantes enviaron 5 447,5 millones de dólares por concepto de remesas en el 2023. De esa cantidad, 3 880,6 millones de dólares llegaron desde Estados Unidos. Cifras que se codean o superan a nuestras principales exportaciones no petroleras.
Ellos en su viaje están expuestos a secuestros masivos, desapariciones y masacres, violaciones, chantajes y la muerte. Sin un cuerpo consular, solo les quedarán las organizaciones humanas para buscar refugio. Surgen algunas interrogantes. Entre otras, ¿a quiénes acudirán sus familiares cuando alguno de los migrantes muera o desaparezca en México?