Un jueves, tomó un avión y se marchó. El entonces contralor General de la Nación, Carlos Pólit Faggioni, adujo el 25 de mayo de 2017 problemas de salud y se marchó en un vuelo comercial a Miami. No regresó. Se encontraba acosado por dos juicios penales que se le seguían en Ecuador. A casi siete años de ese hecho, ahora es juzgado en el país al que se fugó. Su caso marca un paradigma para los corruptos, pero también para las autoridades nacionales.
Sería una buena noticia que finalmente se pueda recuperar algo del dinero generado por la corrupción que se escapa y no retorna a estas tierras, como ocurrió en los 36 juicios en Estados Unidos.
Se ha demostrado hasta la saciedad la corrupción del excontralor. Tanto en Ecuador como en Estados Unidos se ha establecido que actuó para beneficiar a un grupo de empresarios que amasan fortunas basadas en sobornos. Además, lucró a título personal y favoreció al sistema político que hizo proselitismo con una millonaria obra pública repleta de irregularidades.
La Justicia nacional determinó que Pólit debe pagar 40,4 millones de dólares como reparación al Estado ecuatoriano, tras las sentencias en firme que dejaron los dos juicios efectuados en este país por concusión y asociación ilícita. Sin embargo, todas las cuentas y bienes raíces de Pólit en Estados Unidos ya han sido intervenidos, sobre todo ahora que enfrenta una pena máxima de 60 años de cárcel en el país norteamericano. Germán Rodas, coordinador de la Comisión Nacional Anticorrupción, adelantó (en una entrevista en este Medio) que Pólit solo tendría un pequeño departamento en Quito, que todos sus bienes estarían en EE.UU.
Ahora, la Procuraduría de Ecuador ha anunciado que tratará de hacer válido un acuerdo de la Convención Interamericana sobre Asistencia Legal Mutua Penal. Esto le permitiría abrir un intersticio con la Justicia de Estado Unidos para recuperar los valores establecidos por las sentencias de los juicios efectuados en Ecuador.
Si el Estado logra recuperar algo de lo que Pólit le debe al Ecuador, se crearía un precedente importante. EL COMERCIO publicó en agosto de 2023 un reportaje en el que se demostraba que Estados Unidos ha abierto 36 juicios a ecuatorianos y empresas norteamericanas que, por medio de sobornos, lograron contratos en este país, y cuyos bienes fueron invertidos en suelo estadounidense y han sido decomisados.
En esos 36 juicios por sobornos en Ecuador, Estados Unidos impuso multas y decomisos de al menos 200 millones de dólares. Esos juicios se abrieron por contratos conseguidos en Ecuador en temas petroleros, de seguros, así como el caso Odebrecht. La mayoría se abrió entre 2010 y 2017.
Sería una buena noticia que finalmente se pueda recuperar algo del dinero generado por la corrupción que se escapa y no retorna a estas tierras, como ocurrió en los 36 juicios en Estados Unidos. Porque como van las cosas, así el delito se cometa en este país, el dinero de la corrupción en Ecuador se va y no vuelve, como si de una extraña resolución narrativa se tratara, propia de un relato kafkiano.