Desde hace 30 años, cada 3 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Este día es siempre una jornada de reflexión en todos los países, especialmente en aquellos donde la prensa es y ha sido atacada por regímenes autoritarios u organizaciones criminales.
Ecuador ha vivido esos contextos. La prensa ecuatoriana ha enfrentado (y enfrenta) amenazas que debilitan los pilares de una democracia. Regularmente, los ataques vienen del poder y sus intereses. Sin embargo, el mundo nos lleva a pensar que también existen otros factores que la prensa debe pensar.
El Día Mundial de la Libertad de Prensa de este año se centra, como lo dice la propia Naciones Unidas, en el rol crucial del periodismo y la libertad de expresión en medio de la crisis ambiental global.
La tarea de los periodistas en la concienciación sobre las diversas crisis medioambientales y sus impactos es esencial para el desarrollo de sociedades democráticas y responsables.
Los desafíos que enfrentamos los periodistas para abordar temas como la cadena de suministro, la migración climática o la deforestación son enormes pero fundamentales para la promoción de la paz y los valores democráticos.
La desinformación y la información errónea sobre el cambio climático representan una amenaza significativa para el debate público informado y la acción internacional sobre esta crisis. En este contexto, la prensa (tradicional o nativa digital) ecuatoriana también debe afrontar su rol frente a la crisis climática, cuyos efectos ya lo vivimos.
Para lograr un desarrollo sostenible, los periodistas deben brindar información precisa y exhaustiva sobre las cuestiones ambientales y sus consecuencias, así como sobre posibles soluciones.
Se requiere una estrategia global que promueva la pluralidad de medios, proteja los derechos de los periodistas y combata la desinformación con prácticas periodísticas, éticas y responsables.